– Recoge pedido de GOREL
El titular del Ambiente manifestó también que cada draga puede costar hasta 250 mil dólares, lo que daría más señas de que el problema no es solo de la minería informal, sino que detrás de la depredación de los ecosistemas habría una mafia muy bien organizada.
El ministro del Ambiente, Antonio Brack, reveló que el Ejecutivo presentará al Congreso un proyecto de ley para eliminar definitivamente el uso de dragas con fines mineros en toda la selva peruana, y añadió que se han detectado dragas en los ríos Negro y Ullapichi, en la cuenca del Pachitea; Tahuayo, en Loreto; Atalaya, en el Marañón, y Napo, en el Putumayo.
“Estamos empezando a discutir un proyecto de ley para enviar al Congreso, para prohibir definitivamente las dragas con fines mineros, metálicos y auríferos en toda la selva peruana”, informó Brack en declaraciones a CPN, y añadió que hasta la fecha han sido destruidas 19 dragas en Madre de Dios.
Habrá que esperar pues que tomen el «toro por las astas» en este problema de la minería informal, ya que con ella los únicos beneficiados son los que extraen el mineral (oro), porque según sabemos no pagan ni un céntimo de impuesto y por otro lado, contaminan las aguas de los ríos, que es fuente de abastecimiento para la vida diaria de la gente ribereña y de la riqueza ictiológica, para la alimentación de las poblaciones. Todos sabemos que para clasificar el oro, utilizan el mercurio y este mineral es altamenmte tóxico para los seres vivientes (peces y hombres). Por otro lado digo que ya es tiempo que tomen en serio este problema, porque esto de la explotación de oro en los ríos amazónicos ya data de más de una década, cuando viví en Iquitos y ejercía el periodismo, lo denuncié en varias ocasiones, ya que las llamadas dragas estaban explotando en el Nanay en el Napo y en el Putumayo ni hablar, ya que viajé a estos dos ríos y las notas que escribí, las ilustré con las fotos respectivas, la difusión se hizo a nivel de Iquitos y nacional a través de El Comercio, ya que en esa época estaba de corresponsal mi amigo y colega Wilfredo Sandoval, a quien le dí los datos de mi pesquisa y en esto del Putumayo, me la jugué, porque fui amenazado, como se dice en lenguaje regional, me salvé de «un pelito», pero asi es cuando uno se mete con fuerza en las cosas incorrectas, ya que mi viaje al Putumayo fue para reportar el problema del narcotráfico, eso fue si mal no recuerdo en 1999 ó 2000. Por eso lo afirmo, ojalá sea verdad, porque el problema ya es viejo y nunca dieron solución. OK.bye.
No se haga ministro; como si recién supiera sobre las dragas. Total el precio que usted pone, no se acerca en nada a lo que hay en el Napo y sobre todo el Putumayo donde pululan, en ambas riberas, peruana y colombiana maquinuelas de dos por medio, pero que todas juntas hacen mas daño que una cara. No joda, guárdese sus palabras para otra cosa.
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