La palabra estreñimiento procede del verbo estreñir, que proviene del latín stringĕre, cuyos sinónimos serían apretar, comprimir, estrechar.
Es la alteración del aparato digestivo que consiste en una excesiva retención de agua en el intestino grueso y el consiguiente endurecimiento de las heces, por lo cual se hace muy difícil su expulsión. Una persona estreñida tiene menos evacuaciones de lo normal. Las heces son duras y secas, y a veces es muy doloroso expulsarlas. La persona puede sentirse hinchada. Aunque cada organismo tiene un número regular de evacuaciones, una persona saludable puede defecar sin problemas un mínimo de dos veces al día. Todo depende de los alimentos que consuma o cuánto ejercicio haga, además de otros factores.
El estreñimiento no es una enfermedad, sino un síntoma con muchas causas. Ocasionalmente cualquier persona puede padecerlo. En la mayoría de los casos dura poco tiempo y no es serio. A menudo se produce por ingerir alimentos con poca cantidad de fibra, falta de ejercicio físico, ingesta de poco líquido, sobre todo agua, postergar la defecación, los viajes o el estrés. También es frecuente durante el embarazo, por acción de la progesterona, una hormona que ayuda a que se desarrolle el feto, y durante la adolescencia debido al crecimiento.
Otras causas de estreñimiento, relacionadas con enfermedades son: cáncer de colon, efecto secundario de algunos medicamentos como la codeína, enfermedades intestinales como el síndrome del intestino irritable, hipotiroidismo, problemas neurológicos, trastornos de salud mental.
El diagnóstico se basa principalmente en la descripción de los síntomas por parte del paciente. Las evacuaciones son difíciles, muy firmes o compuestas por pequeñas bolitas duras (como las excretadas por los cuyes) se consideran estreñimiento, aunque se produzcan todos los días. Otros síntomas relacionados con el estreñimiento pueden incluir hinchazón, distensión, dolor abdominal, dolores de cabeza, sensación de fatiga y agotamiento nervioso, o una sensación de vaciamiento incompleto.
Podemos clasificar el estreñimiento en pasajero, que surge de forma temporal por una causa externa relacionada con un cambio de dieta, de ritmo de vida, vacaciones, estrés, falta de ejercicio, toma de un medicamento. Cuando desaparece esta causa, se retoma el ritmo normal. Luego está el crónico o habitual que se produce durante largos periodos. En estos casos hay que establecer un diagnóstico para descartar que lo provoque una enfermedad y adoptar hábitos saludables que restablezcan el ritmo normal de la defecación.
Las medidas propuestas para evitar el estreñimiento son:
Dieta rica en fibra vegetal, se recomienda comer fruta y verdura unas cinco veces al día. La dieta pobre en fibra es la principal causa de estreñimiento en la población sana.
Ingesta abundante de líquidos, al menos 1,5 litros al día.
Comidas a la misma hora, comiendo despacio y masticando bien.
No reprimir el deseo defecatorio.
Defecar tranquilamente sin prisas, procurando que sea en un determinado horario y lugar.
No forzar la defecación si no hay deseo.
Realización de ejercicio físico de forma regular, 30 a 60 minutos diarios o interdiarios.
Evitar los laxantes, utilizándolos como último recurso.
Comer comidas fermentadas; comidas con bacterias beneficiosas como yogur y miso, entre otras.
El estreñimiento que se mantiene en forma crónica puede llevar a algunas complicaciones tales como dolor abdominal, problemas anales tipo hemorroides y fisura anal, diverticulosis.