Tener un hijo es una decisión que no debe tomarse a la ligera y ninguna mujer debe sentirse presionada socialmente para convertirse en madre. Esta es una decisión que solamente le compete a la mujer en cuestión y que se debe tomar cuando se tenga la preparación física y emocional necesarias.
- Me encanta cómo es mi vida en este momento y un bebé llegaría a arruinarlo todo
Eres una mujer emprendedora, para quien lo más importante en este momento es su carrera profesional, y temes que la llegada de un bebé pudiera impedirte realizar tus objetivos profesionales y tus sueños se vean truncados.
- Temo que el embarazo cambie mi cuerpo
Sin importar que muchas mujeres que te digan que es una bendición tener un hijo y que no te sentirás una mujer completa hasta vivir esa experiencia, tú no deseas ser madre, porque le temes a los cambios que tu cuerpo inevitablemente sufrirá durante este proceso.
- Apenas puedo cuidar una planta ¿cómo cuidaré a un hijo?
No te sientes preparada ni física ni emocionalmente, para traer al mundo a un ser que dependerá completamente de ti. Menos aun cuando a veces olvidas alimentar a tu perro, o regar tus plantas. Algo muy responsable de tu parte, ya que tener un hijo no es una decisión que deba tomarse a la ligera.
- Me encanta mi trabajo, quiero concentrarme en mi carrera profesional
Lo más importante en este momento es tu vida profesional. Por lo que no está en tus planes tener un hijo, pues sabes que en este momento no podrías entregarle tu tiempo y dedicación.
- ¿Y si mi hijo hereda todo lo malo de mí?
Temes que todos aquellos aspectos psicológicos que no has resulto o trascendido puedan afectar en un futuro a ese pequeño que te encargarás de educar y formar. Por lo que quieres esperar el tiempo adecuado hasta sentirte completamente segura.