El “matagente”, también conocido como “quemado” o “ponchado” en otras partes de Latinoamérica, es tal vez uno de los juegos infantiles más populares en el mundo. Como dicen los memes, quien no lo ha jugado en el barrio, no ha tenido infancia.
Sin embargo, en la actualidad, este juego se toma muy en serio, al punto que se ha convertido en un deporte de alta competencia que acaba de tener su primer campeonato mundial en Manchester, Reino Unido, con la presencia de selecciones de 10 países.
“Es un deporte rápido, ágil, pero que cualquier persona que pueda correr, lanzar y agarrar una pelota puede practicar. Por eso, tal vez haya crecido tanto en popularidad”, le dijo a la BBC el presidente de la Asociación Mundial de Dodgeball, Tim Hickson.
Según la citada publicación, solo en el Reino Unido unas 750.000 personas practican este deporte, mientras que en Estados Unidos están inscritos 9,7 millones de jugadores de ambos sexos y de diferentes edades.
“Yo creo que parte de nuestro éxito radica en que hemos creado escuelas alrededor del mundo en lugares que no están diseñados para prácticas deportivas, pero donde sí se puede jugar Dodgeball. Eso ha hecho que mucha gente se conecte con el juego”, señaló Hock.
El Mundial dejó como campeones a las selecciones de Inglaterra, en hombres, y Australia en mujeres. Pero, más allá de los ganadores, el objetivo de la Asociación Mundial de Dodgeball es el de convertir al deporte en disciplina olímpica.
Por esa razón están trabajando con escuelas en 57 países, no solo para la promoción del juego sino para desarrollar programas de alta competencia. “Que hayamos logrado organizar la primera Copa del Mundo es algo impresionante, histórico”, señaló Hickson.
El juego se popularizó mundialmente luego que se estrenara, en 2004, la película Dodgeball (“Pelotas en juego”), protagonizada por Ben Stiller y Vicent Vaughn, en la que satirizaban la competencia deportiva con este juego callejero. Sin embargo, como pueden ver, este deporte está lejos de ser un chiste.