COLUMNA: PIEDRA DE SOL
Por: Gerald Rodríguez. N
Durante el mes de marzo, diferentes encuestadoras que miden la intención de voto para las elecciones presidenciales, han ido coincidiendo en sus resultados referentes a una candidata que ha ido viniendo desde abajo como es el caso de Verónica Mendoza. GFK (del 11-15 de marzo 2016) le da a Verónica un 7.5%; IPSOS (15-17 de marzo 2016), le da 11.3%; DATUM (marzo 106) le da 8% y CPI (marzo 2016) le da 9.3%. Pero no han terminado las elecciones y, con una posible exclusión del proceso electoral de Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuszynski, las únicas dos opciones que estarían quedando al frente para pelearse en la segunda vuelta sería el candidato de Acción Popular y la del Frente Amplio. Entonces se viene el temor, (terror o terrorismo que viene ocasionando la gran mayoría de prensa televisiva, escrita y radial del país) que sea la candidata del Frente Amplio la que, democráticamente, se lleve la victoria frente a un Alfredo Barrenechea, siendo el caso totalmente hipotético.
Tal terrorismo periodístico se visualiza al querer buscar algún punto de quiebre de la candidata en amarrarle a una supuesta vinculación con las agendas de Nadine. Tal noticia apareció en el diario capitalino Perú 21, cuando supuestamente unos peritos dicen que han encontrado una coincidencia entre la escritura de las letras N, M, A, R, E, D y F tal como aparecen en una agenda y cuatro versiones de la firma de Mendoza. El diario anuncia que eso no es todo sino que otros dos peritos coinciden. Eso lo dice en los primeros párrafos. Si uno lee la noticia entera, resulta que los otros dos peritos dicen que hallan similitudes solamente en las letras D, O, A y N, uno de ellos, y las letras D, O, A, N y E, el otro. En otras palabras, ambos peritos desestiman lo que el primero dice sobre las letras M, F y R y uno de ellos desestima además lo que el primer perito dice sobre la letra E.
Entre peritos anónimos y los del Poder Judicial, que violan la disciplina científica del peritaje, ya que un perito, en respeto estricto de su profesión, no puede emitir juicios que permitan cuantificar la certeza, el escandalo con esta controversia busca manchar a la candidata por dichas agendas, relacionando el supuesto accionar de la candidata del Frente Amplio con supuesto dinero que pueda estar recibiendo directamente de Palacio o del país venezolano. La desinformación concluye que estos vínculos estaría llevándonos no solo a un modelo venezolano, algo que ella ha dicho que no tiene ni la más mínima intención de hacerlo, sino que ella sería la que, en caso de ganar, la que estaría protegiendo a la actual primera dama, convirtiendo a la justicia en el país, como un símil de lo que se ha intentado con el expresidente Lula, en Brasil. No bastando con querer vincularle a este tema, que no afecta a su crecimiento, también la quieren vincular al fantasma del MRTA, ya que lleva en su filas al congreso a Abel Gilvonio Cárdenas, hijo de un condenado por terrorismo y sobrino de una dirigente emerretista.
El terrorismo periodístico busca llevar al poder a un candidato que vea la minería y al entreguismos de los recursos naturales como la única opción de desarrollo, por lo que Verónica dice que existen otras opciones de desarrollo, y que por eso, eso la convierte en chavista, terrorista, a pesar de su aceptación del pueblo, por no tener nada de lo que la prensa quisiera que tenga.