Dicen que en el mar la vida es más sabrosa… seguramente eso lo dijo alguien que jamás en su vida tuvo la dicha y el privilegio de darse un remojón en algún río, cocha o quebrada. Eso lo dijo alguien que ni en sueños experimentó la bendición divina de darse un baño en agua dulce. Basta ver la felicidad dibujada en el rostro de estos niños para saber que si esto no es el paraíso, está a media cuadra de serlo.