En un intento de cumplir con aquello de hechos y no palabras, los candidatos para el Congreso por Loreto se olvidaron de los sucesos de la campaña por los votos, dejaron de lado sus habituales labores diarias y vienen multiplicándose para realizar tareas de vigilancia. Provistos de cámaras filmadoras, de cuaderno de notas, están cerca de la construcción de nuevas pistas en la ciudad de Iquitos. Como es sabido, la corrupción ha adelantado sus relojes y ahora es posible que una pista se malogre antes de los discursos y los brindis de la inauguración. Es decir, los constructores afortunados no tienen ningún empacho en hacer obras tan malas que no resistan ni un solo día el paso del tiempo.
Para cumplir con su cometido los candidatos vigilan de cerca la construcción de todas las pistas. Luego de un sorteo al aire libre se distribuyeron por toda la ciudad y están atentos a la cantidad de cemento o de arena, verifican si los materiales son los adecuados y evitan la venta a terceros de esos materiales de construcción. En su lucha en favor de las pistas, esos candidatos no quieren fallar y diariamente piden informes a los encargados de realizar esas obras. La vigilancia es tan tenaz que dura las 24 horas del días y sus mismos seguidores les ayudan a evitar la corrupción.
Las concentraciones placeras de antaño, los mítines concurridos, las manifestaciones públicas, se han convertido en reuniones alertas para detectar a los inescrupulosos que malogran las pistas antes de ser inauguradas. Es tan intensa esa jornada que los candidatos se han olvidado de buscar votos con mentiras y falsas promesas. Ahora no dicen absolutamente nada y esperan que el votante les prefiera al ver la labor que realizan. Se espera que en el día de la votación todos los candidatos y candidatas sean elegidos para que luego sigan cumpliendo con su necesaria labor de vigilancia.