Escribe: Percy Vílchez Vela.
La situación crítica por la que atraviesa la región, la falta de oportunidades laborales y otros factores adversos, hicieron que esas 77 personas aceptaran las condiciones de trabajo y el miserable salario que no salía del corazón de Fernando Meléndez sino de una especie de avaricia. O, lo que es peor, de una manía por aprovecharse de las circunstancias por las que atraviesan miles de moradores de nuestra región. ¿Qué puede hacer en el Perú, en Loreto, una persona con 250 soles al mes?
La presente crisis en la región Loreto, debido fundamentalmente a la caída del precio del crudo en los mercados internacionales, afecta brutalmente al campo laboral. Y puede permitir el exceso o el abuso de parte de los empleadores. Un caso significativo es lo que viene ocurriendo con 77 personas de ambos sexos que protestan diariamente frente a la casa del gobernador Fernando Meléndez.
En los alrededores de esa vivienda, las 77 personas protestan debidamente denunciando la falta de pago luego de trabajar durante tres meses. Hasta ahora nadie les hace caso y ellos y ellas dicen que van a tomar medidas más drásticas para que les paguen lo que les deben. Ellos y ellas han sido contratados por el Gobierno Regional de Loreto para prestar servicios de vigilancia ciudadana en la zona de Pueblo Libre, distrito de Belén. Las cosas marcharon mal desde el principio, pues no les dieron los implementos para que cumplieran cabalmente con sus funciones. Pero nadie de ellos y ellas sospechaba que no les iban a pagar luego de haber realizado las labores para los cuales fueron contratados.
Los voceros oficiales les han dicho que no hay dinero en las arcas regionales, que esperan un poco más, que en cualquier momento van a recibir lo que les corresponde. Pero pasan los días y no hay nada. La protesta siguió mientras el gobernador andaba de viaje en Israel y el Cuzco y continúa en estos días pese a la falta de atención de la entidad que los contrató. Las 77 personas han dejado de trabajar en esas condiciones de desventaja y solo quieren que les paguen lo que les deben. No van a trabajar más con quienes les maltratan de esa manera.
La protesta no llamaría poderosamente nuestra atención sino fuera un caso donde late la explotación más vil de la mano de obra barata. Sucede que cada uno de las 77 personas percibía la miserable suma de 250 soles al mes. Algo increíble considerando que el sueldo básico asciende a 750 soles. ¿De dónde sacó Fernando Meléndez esa degradación de la ganancia laboral, esa ofensa a lo más elemental del trabajador que no tiene recursos para defenderse de las agresiones?
La situación crítica por la que atraviesa la región, la falta de oportunidades laborales y otros factores adversos, hicieron que esas 77 personas aceptaran las condiciones de trabajo y el miserable salario que no salía del corazón de Fernando Meléndez sino de una especie de avaricia. O, lo que es peor, de una manía por aprovecharse de las circunstancias por las que atraviesan miles de moradores de nuestra región. ¿Qué puede hacer en el Perú, en Loreto, una persona con 250 soles al mes?
Considerando que en nuestro país los trabajadores gastan algo así como el 40% en pasajes, no quedaría casi nada para esas 77 personas que cayeron en los garfios de un moderno caso de explotación laboral, tema que todavía nadie quiere revelar, tema que debería ubicarse en el centro del debate de la sociedad en general. No es que no hay dinero en las arcas regionales. Dinero hay. Porque existen altos funcionarios, personas favorecidas, empleados con fortuna que ganan muy bien.
Además, los gastos en viáticos y en publicidad en el Gobierno Regional de Loreto son una millonada cada mes. No hay contención en esos rubros ni control de nadie y la gestión hace lo que le da la gana. De manera que no hay ninguna disculpa para admitir esos 250 soles para esas 77 personas. Estos son los pordioseros del mundo laboral nuestro, los mendigos del bajo salario en la Amazonía del Perú y de todas maneras merecen que se respeten sus derechos humanos y laborales.
La politica del corazon…
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