Desde pequeños hay que enseñarle
La primera persona en demostrar que lavarse las manos era el mejor medio para prevenir contagios de enfermedades fue el médico de origen húngaro Ignaz Semmelweis a mediados del Siglo XIX. Sin embargo, tuvieron que pasar 50 antes de que la importancia de esta acción fuera aceptada en todos los círculos médicos.
Hoy en día sabemos que lavarse las manos tiene gran importancia para evitar contraer enfermedades como la gripe, influenza y resfriados, además de muchas otras enfermedades que se adquieren por entrar en contacto con personas enfermas. De nosotras depende crear esa conciencia en nuestros pequeños que seguramente servirá para proteger su salud.
Es muy importante enseñar a los niños la forma correcta de hacerlo: aplicar una cantidad suficiente de jabón, frotarse las manos y al terminar de enjabonar, enjuagar muy bien con poco agua hasta eliminar por completo el jabón. Siempre secarse con una toalla limpia y por ningún motivo aceptar una toalla de tela en lugares públicos de los que dudemos en su higiene, ya que una toalla sucia estará contaminada.