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Buen billete

Las imágenes que mostrará ayer en “protagonistas”, Gilberto Llerena, sobre la entrega de grandes cantidades de dinero a dirigentes indígenas por parte de representantes de una empresa petrolera, serían evidencias que no todos son los que parecen, ni todos los que parecen sean. Es decir, eso de que hay dirigentes indígenas que les gusta el billete y regalitos y estar en buenísimas relaciones con las transnacionales petroleras, no es novedad. Solo, para no irnos de boca, hay que esperar que explicación den los dirigentes de esas organizaciones. Pero ellos, no sus asesores legales, que francamente, merecen una sección aparte.

Reaccionaron

Hasta que dieron rastros de vida los consejeros del oficialismo, porque francamente estábamos más que sorprendidos de la pasividad con que habían reaccionado a la elección de sus colega Valencia como presidente del Consejo Regional. Ahora han salido al frente y decididos a llevar a cabo una sesión de consejo el jueves. Es más, hay un secretario designado con lo que Astolfo no sabemos cómo quedaría. Lo que sí sabemos es que las cosas se pondrán más que picantes, muy picantes en el Gorel.

Mujer bendecida

Una pregunta a la jerarquía de la iglesia católica de Iquitos. Que corona tiene una tal Ivana, como para que a su libre albedrío maneje absolutamente todo en los colegios parroquiales. Que virgencita o santo patrono le protege como para hacer y deshacer sin que el obispo o padre Pastor o algún sacerdote reconocido de esta viña del señor puedan ponerle freno a sus acciones poco claras. Ya sabemos que en el fuero religioso se dice que “dios perdona el pecado pero no el escándalo”, pero por lo que estamos enterados lo de esta dama suertuda, es ambas cosas y más. Monseñor Olaortua póngase vivo, porque le están queriendo ver la cara. Después no diga que no se lo advertimos, eh.

Respirando cultura

Las actividades culturales, cualquiera sea su temática, debe encontrar apoyo por parte de las autoridades y entidades privadas. Estas últimas han demostrado de un tiempo a esta parte que están más motivadas que las instancias que tienen la responsabilidad en los gobiernos. Ojalá, es nuestro deseo, las nuevas autoridades sigan apostando y aportando para convertir a Iquitos en una ciudad donde se respire cultura por todas sus calles. Tenemos con qué, podemos hacerlo. Solo es cuestión de decisión, decimos.

Más lluvias

A cuidarse con este clima, que nos regala lluvias y más lluvias. Según información de Senamhi, tenemos por lo menos hasta fin de mes días y noches de remojadas. Pero el cuidado debe ir por la salud, con los más pequeños y con los adultos mayores, pero también con los recipientes de agua porque así le hacemos la jugada al dengue. Y de las inundaciones, que ya están provocando urgencias en varios puntos, sobre todo en aquellas zonas inundables.

Puentes nuevos

Pobladores que viven tercamente y por desidia de las autoridades que pasaron dejando que se instalen ahí cientos de familias. Los unos y los otros sabían que no se puede levantar viviendas en zonas inundables. Se ha dicho en todos los idiomas, pero a nadie le importó un pepino que se constituyan pueblos jóvenes, asentamientos humanos y hasta con instituciones públicas, como colegios, postas, etc. Hoy, como todos los años, volvemos a la función de esa película Hindú dramática y dolorosa, de gente pidiendo ayuda, que les construyan sus puentes, que les den alimentos y hasta trabajo. Es el costo, la cuota anual que debemos pagar por haber tenido a cada incapaz de ponerse firme y pensar en el futuro de todos.

Censura naranja

No puede ser. Las cosas están comenzando mal. Le cerraron el programa al arquitecto Fernando Paima, que se emitía por UCV, canal 49. Según voceros del programa se trataría de una orden muy de arriba del Gorel y de Maynas. Al parecer la actitud crítica y frontal a las gestiones del Mil les tuvo hasta el cien y le bajaron el dedo al ex amigo de los naranjas. Estos gestos de intolerancia son los que no le van a hacer nadita bien a los que hoy son gobierno. Eso no tiene nada de democrático muy por el contrario, están levantándose ellos mismos un monumento a la intolerancia. Como diría sus ahora amigo Barbaran: ¡Horror!