[ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel].

Lean y reflexionen: Un sacerdote que reconoció haber abusado de una adolescente se ahorcó en la sacristía poco antes de que el obispo le anunciara oficialmente su expulsión de la parroquia, según la diócesis de Trieste, en Italia. En una conversación con su obispo, monseñor Giampaolo Crepaldi, el sacerdote de 48 años, identificado como Maks Suard, reconoció haber cometido “acciones graves” contra una menor de 13 años y solicitó dos días para preparar una carta pidiendo perdón a Dios, a la Iglesia y a la víctima. Cuando el obispo llegó para informarle oficialmente de su expulsión de la parroquia y de la apertura de un procedimiento canónico contra él, lo encontró ahorcado en la sacristía. En el comunicado difundido en la página internet, la diócesis pide una oración por el alma del sacerdote y lamenta que el caso no haya podido seguir “el recorrido canónico y judicial” oportuno. Maks Suard, de 48 años, había solicitado dos días para preparar una carta pidiendo perdón a Dios, a la Iglesia y a la víctima de 13 años.

Lean y aprendan: Cientos de personas asistieron al funeral del ex editor del diario estadounidense Washington Post Ben Bradlee en la Catedral Nacional de Washington. Entre los que acudieron a despedirlos hay varios periodistas, familiares y políticos, entre ellos el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario de Estado, John Kerry. “Las personas hablan de su colorido lenguaje, pero, en mi opinión, él tenía el corazón más colorido”, señaló Quinn Bradlee, hijo menor del fallecido periodista, durante el panegírico. “Mi padre fue el hombre más feliz que he conocido”, agregó, citado por el Washington Post. Bob Woodward y Carl Bernstein, quienes destaparon el escándalo Watergate durante la gestión de Bradlee, también pronunciaron algunas palabras. Después del funeral, que fue transmitido en vivo por C-Span, están programados otros homenajes. Bradlee murió el 21 de octubre, a los 93 años, en su casa en Washington por causas naturales. Estuvo al frente del periódico durante 26 años a partir de 1965.

Hay más casos de infelicidad y felicidad. No hay duda que Maks Suard fue un hombre infeliz que buscó en el suicidio la ventana para arrepentirse. Un sacerdote violador es, sin duda, infeliz. Pero no solo en Italia habrá casos de este tipo. Sacerdotes e infelices, me refiero. Y, por el otro lado, la felicidad estaba personificada en un tipo llamado Ben Bradlee, de quien su hijo dijo que “era el hombre más feliz que he conocido”. Y lo logró en el periodismo, porque en ese oficio propiciaba la búsqueda de la verdad para contarla. Y ese fue su modo de ser feliz y murió de una causa natural.

Este columnista conoce por lo menos un caso de un periodista loretano que es feliz con el oficio y que daría todo por mantenerse como tal. Y ambos casos, totalmente contradictorios, han motivado éstas líneas. Porque, por lo menos en teoría, los sacerdotes no solo buscan la felicidad ajena sino propia mientras que los periodistas estamos siempre en la búsqueda de casos de infelices que abundan en este mundo. Suard y Bradlee son ejemplos de esa contradicción.