La risa es inherente a la juventud. Y por eso cada rostro joven es una eterna sonrisa. Así se comprueba en la foto del recuerdo que mostramos. Fue tomada hace por lo menos cinco años en un lugar del que todavía tenemos el recuerdo. Eran los tiempos en que este diario tenía cámaras fotográficas en todos los eventos sociales.