Todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido un grado de celos aunque sea mínimo, y hasta cierto punto, los celos pueden ser normales en una relación amorosa, siempre y cuando no lleguen a un grado patológico. Algunas veces los celos son provocados por nuestra pareja y pueden ser un poco justificables, pero ¿qué ocurre cuando estos se salen por completo de control y se convierten en algo enfermizo, alentados por nuestra imaginación? A continuación te damos 5 señales de que tus celos están fuera de control y que posiblemente se han convertido en algo patológico:
- Tu relación con los amigo de tu pareja no es la mejor, no te llevas bien con prácticamente ninguno y a decir verdad, los odias. Odias a cualquier persona que sea capaz de captar un poco de atención de tu pareja.
- Te has vuelto todo un experto en espionaje. Podrías ser detective privado si te lo propusieras. Vas desde stalker en redes sociales a hacker y tienes una memoria impresionante dispuesta a activarse cada vez que quieres reclamarle algo a tu pareja.
- Cuando estás celoso pierdes el control de tus emociones y de ti mismo. No te importa hacer escenas de celos en público, no importa si estás en una cena familiar o en una reunión de amigos, tus celos siempre saldrán al ataque.
- Exiges conocer todos los movimientos que tu pareja hace, incluso conocer todos sus horarios y si un día no está cumpliendo con las actividades que le corresponden en ese horario arde Troya.
- Sufres de ansiedad por las noches. Toda la noche tu mente trabaja a un paso acelerado, creando pensamientos de que tu pareja está engañándote con alguien.