Viajar en familia puede ser una de las mejores experiencias, pero, dependiendo del número de integrantes, también puede ser una experiencia agotadora y estresante. Para que el viaje vaya sin ningún tropiezo, siempre es bueno recibir un par de consejos y ponerlos en práctica en los siguientes viajes en familia.
- Preparar un presupuesto que se ajuste a todos
Armar un presupuesto de viaje ya es una tarea compleja cuando se viaja solo, por lo cual, para viajes en grupo, debe ser más complicado aún.
En primer lugar, es aconsejable tener en cuenta cuánto es el mínimo y máximo que cada integrante de la familia quiere y puede aportar en el viaje. De esto dependerá qué destino puede ser mejor y en qué fechas. En este proceso es esperable que se ajusten algunas expectativas iniciales.
Con esto listo, se pueden sumar los montos que aportaría cada integrante y calcular a dónde se puede viajar, sin estropear la economía personal de nuestros familiares.
- Elegir un destino que sea adecuado
Con el presupuesto listo y la consecuente aceptación de este por parte de cada integrante, se puede proceder a elegir qué destino es más favorable de acuerdo a los intereses colectivos y el presupuesto.
En este paso es muy importante tomar en cuenta el tipo de turismo que quiere realizar la mayoría, el tipo de clima preferido y, sobre todo, la edad de los integrantes. Esto último es esencial, pues si en la familia hay niños pequeños, se puede optar por un destino que ofrezca actividades divertidas para ellos, como Ica. Por el contrario, si la mayoría de los integrantes son de mayor edad, tal vez sería mejor optar por destinos más tranquilos que no merezcan mucho esfuerzo físico, como una visita a los resorts de Punta Sal.
- Decidir el mejor tipo de alojamiento
Cuando se elige un alojamiento, usualmente se toma en cuenta solo el número de integrantes. Sin embargo, para un viaje en familia, también se debe tomar en cuenta la comodidad de cada uno de ellos, de acuerdo a su edad, la filiación o el estilo de vida.
Si se está viajando con jóvenes, probablemente lo mejor sea que ellos tengan su propio cuarto, de forma tal que, si salen de noche, su regreso no interrumpa el sueño de los mayores.
Asimismo, puede que tomar un alojamiento grupal vaya a generar más discusiones que unión; por lo que poner sobre la mesa los requerimientos de cada integrante es de suma importancia. Eso sí, siempre tomando en cuenta el presupuesto que se ha elaborado inicialmente.
- Preparar un itinerario de forma grupal
Ya elegido el destino para el viaje en familia, es recomendable, también, organizar de forma anticipada el itinerario. Debido a que dentro de una familia hay gustos diversos, es necesario ponerse de acuerdo en qué actividades se realizarán, a fin de prevenir discusiones en el viaje.
Para esto es necesario tomar en cuenta hábitos, horarios de comida y los estilos de vida. Tal y como ocurría en el punto anterior, de acuerdo a estos criterios, se puede planificar un itinerario que se ajuste a las particularidades de todos.
- Formar subgrupos de acuerdo a intereses
No todo tiene que ser siempre consenso. A veces sacrificar tus propios intereses en beneficio de los demás, solo ocasiona molestias futuras.
Si armar un itinerario genera ya discusiones, tal vez lo mejor sería formar subgrupos. Así, diversos integrantes, ya sea por intereses compartidos o por edad, se juntan para poder formar sus propios itinerarios. Esto no significa que no se verán con el resto de familiares, sino que, en ocasiones, se separarán para visitar atractivos o realizar actividades que solo a ellos les gusta. La hora de la cena o del desayuno es un buen momento para que todos se reúnan y cuenten sus experiencias.
Esta alternativa, sin duda alguna, es mucho mejor que la posibilidad de generar resentimientos por sentir que se está obligado a ir a lugares en los cuales no se tiene interés.
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