[El 23 de abril se celebró el Día del Libro en homenaje a la muerte de estos escritores, sin embargo ninguno de ellos falleció en esa fecha].

 

Durante mucho tiempo se han buscado paralelismos entre estos dos genios que vivieron la misma época. Más allá de las coincidencias, el mayor consenso se extiende sobre la universalidad de la obra de ambos.

Ambos publicaron en un lapso de 20 años obras que son clásicos y piedras angulares de sus respectivos idiomas.

Este año se cumplen 400 años del fallecimiento de dos de los más grandes figuras de la literatura universal: Miguel de Cervantes de Saavedra y William Shakespeare, máximos representantes de las letras españolas e inglesas, respectivamente.

Siempre se sostuvo que Cervantes y Shakespeare murieron el 23 de abril de 1616, pero la fecha no es exacta en ningún caso. Y no es una confusión, es una simple cuestión de calendarios y de costumbres. El español en realidad falleció el 22 de abril, pero fue enterrado al día siguiente; el británico expiró el 23 de abril, pero del calendario juliano, es decir el 3 de mayo del calendario que rige hasta hoy (gregoriano).

De todos modos, la Unesco instauró en 1985 el Día Internacional del Libro el 23 de abril por ser “un día simbólico para la literatura mundial”, dado que también murió en esa fecha de 1616 el Inca Garcilaso de la Vega.

Del Quijote a Hamlet

Ambos publicaron en un lapso de 20 años obras que son clásicos y piedras angulares de sus respectivos idiomas.

William Shakespeare es el genio detrás de las piezas teatrales Romeo y Julieta (1595), El Mercader de Venecia (1597) y Hamlet (1603). [Obra completa de Shakespeare]. Miguel de Cervantes alcanzó la eternidad con la publicación de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605 y 1615), Novelas ejemplars (1913) y Los trabajos de Persiales y Segismundo (1617). [Obra completa de Cervantes]

Y esto es solo una parte de un gran grupo de historias que están entre las más leídas de la literatura universal.

¿Se conocieron Cervantes y Shakespeare?

Los estudiosos de las obras de estos autores también han hablado sobre la posibilidad de cierta influencia de Cervantes sobre Shakespeare. Sobre todo, porque el español se convirtió en una celebridad tras la publicación del Quijote, llegando incluso a traducirse al inglés en su época. En cambio, la primera traducción de una obra de Shakespeare apareció en Alemania recién en 1762, casi siglo y medio después de su muerte.

El escritor argentino; Alberto Manguel, en un artículo publicado en el diario El País de España planteó la siguiente interrogante: ¿Se conocieron, estos dos monstruos?

«Probablemente no, pero si lo hicieron, es posible que ni Cervantes ni Shakespeare reconociese en el otro a una estrella de importancia universal o que simplemente no admitiese otro cuerpo celeste de igual intensidad y tamaño en su órbita».

Durante mucho tiempo se han buscado paralelismos entre estos dos genios que vivieron la misma época. Más allá de las coincidencias, el mayor consenso se extiende sobre la universalidad de la obra de ambos. Con sus diferencias, estos escritores exploraron a profundidad la condición humana, a través de sus inolvidables personajes.

Para Luis Astrana Marín (1889-1959), biógrafo, ensayista y traductor, “Shakespeare y Cervantes presentan en sus obras un estudio sobre la naturaleza y la condición humana, la sociedad y los valores morales. Ambos se muestran muy críticos contra los abusos del poder y la nobleza, ocupándose de temas controvertidos, cuyo tratamiento legitiman desde el marco de la ficción, y configuran los dos personajes más icónicos de las letras universales».

Por su parte el crítico literario estadounidense Harold Bloom considera que «Cervantes era y es, con Shakespeare, el principal escritor occidental desde los antiguos y Dante».