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Muchas veces las personas se sienten tan cómodas con alguien que dicen todo lo que se les viene a la cabeza sin medir las consecuencias. Y es que por mucha confianza que exista se debe tener cuidado a la hora de abrir la boca, puedes llegar a herir gratuitamente a quien amas y llevar a que sea un motivo para la sepa- ración.

1) “Eres como tu madre (padre, hermano, etc.)”. Julie Orlov, psicoterapeuta, conferencista y autora de The Pathway to Love (El Camino al amor) señala que “es desagradable y menospreciante, poner en evidencia los peores rasgos de la familia”. Si estás a punto de decir una barbaridad acerca de sus parientes, detente y piénsalo bien.

2) “¿Realmente piensas que eso te favorecen?”. Si bien puede que estés tratando de ser una persona sincera, este comentario puede interpretarse como un insulto y menoscabo a su autoestima. Si quieres mostrar preocupación por su apariencia lo mejor es destacar lo bueno primero. Por ejemplo: “Tus ojos son hermosos y el color de esa camisa les quita protagonismo y no los deja que se puedan apreciar en su totalidad”.

3) “Déjalo ahí, mejor lo hago yo”. Esto es perjudicial para la relación porque es degradar el desempeño del otro y hacerle ver que sus esfuerzos están por debajo de los tuyos. Si esta situación es recurrente, es posible que tu pareja piense que no puede hacer nada bien.

4) “Mi mamá me advirtió que me ibas a hacer esto”. Nunca debes permitir que las opiniones de otras personas influyan o dicten pautas en tu relación, y si tu madre tenía aprensiones en torno a tu pareja no es bueno gritárselo en la cara. Lo mejor, es centrarse en lo que te hace enojar y no recurrir a argumentos baratos como “mi mamá me lo dijo”, pues no ayuda a solucio- nar el problema.