LA GLORIETA Y OTRAS CURIOSIDADES DE NUESTRA PLAZA DE ARMAS:

Allá por los años 1900 una hermosa glorieta adornaba nuestra plaza de Armas; en este artículo y gracias a las fotografías del recuerdo podemos apreciar la glorieta, que inicialmente se encontraba en nuestra plaza principal, casi en la esquina Próspero/Napo frente a ex droguería a Achong; punto de encuentro de toda «la Socialite» de aquella época. Los memoriosos recordamos con nostalgia las actividades que se daban ahí; ya que comúnmente tocaba la famosa retreta, que consistían en concierto con interpretaciones clásicas y populares dados indistintamente por la banda y música de los 3 Institutos armados (Marina, Fuerza Aérea y Ejército) y las familias enteras se recreaban, degustando los postres en la Heladería Docampo. . Sus fotos son motivo de admiración, nostalgia y pena: admiración por el buen gusto de su diseño, pena por su destino y actual estado de conservación…¿Habrá algún restaurador de la memoria del ayer que intente su reubicación? Esta es una inquietud que dejamos instalada.

Esta glorieta fue donada por la colonia china a Iquitos, en el año 1,908 y llevaba una placa recordatoria y estaba ubicada en la plaza de Armas; todo el fierro forjado traído desde Europa fue diseñado por artistas y colocado para ser apreciado en toda su magnitud como una obra de arte llena de historia. Esta es parte de la memoria de nuestra ciudad, y ha sido testigo de infinitas historias para el recuerdo más personal de los Iquiteños con un pasado ligado al desarrollo urbanístico y social. Esta glorieta fue mucho más que un lugar de encuentro, fue el centro neurálgico de nuestra plaza principal y el escenario del paso de innumerables desfiles de militares, fiesta de San Juan, la Purísima y navidad. Ese punto señalado en el mapa de la ciudad de los árboles de mamey nunca dejó de ser una zona de esparcimiento festivo, donde la “socialite” estrechó lazos en sus inicios y que después también conquistó a la clase media con sus paseos de antaño. Ese espacio convirtió en la plaza más concurrida de Iquitos, sin entender de clases sociales. Poco queda de la arquitectura de finales del siglo XIX y principios del XX, que vio la luz donde estaba la antigua Casa Pinasco. En 1894, la colonia china también había obsequiado el obelisco que se halla en nuestra Plaza de Armas, un monumento en memoria a los héroes loretanos de la guerra con Chile. En 1899.

Tal como referí en un artículo anterior, la colonia china en Iquitos y en Loreto era la más numerosa en nuestra región. A principios del siglo XX contaba con 346 personas. Ellos adquirieron un terreno, donde construyen el edificio de la beneficencia china de Iquitos, en la calle Ramírez Hurtado. Después Contamana, Nauta, Requena y otras villas, se poblaron de establecimientos comerciales chinos. El modo en que comenzaron acumular riqueza, fue la práctica del sistema de equivalencias o trueque, así como la compra y venta de productos. Para asegurar una clientela cautiva implementaron la “yapa”, como obsequio, en la comercialización. Como regatones, navegaron por los ríos visitan­do los campamentos caucheros y lavaderos de oro, para vender a precio elevado, arroz, café, cacao, maíz, aguardiente, azúcar, trigo, algodón, tabaco, sombreros de paja de Rioja y Moyobam­ba, entre otros productos. Si no podían vender, cambiaban por caucho u oro. De esta manera constituyeron su primer capital, que les permitió aperturar diversos negocios como tabernas, tiendas de géneros e instalar una pequeña industria. Con el pasar de los años, se comienza a reconocer la participación y contribución de los chinos “tusán” en el desarrollo regional, particu­larmente en actividades económicas como el sector comercial, agrí­cola y el servicio de restaurantes de comida china en la Amazonía.

Yo conocí la glorieta en la plaza de armas en la década de ‘60, para entonces ya llevaba un poco más de medio siglo acogiendo a los Iquiteños. Mi memoria no puede ir más allá de mis cuatro o cinco años, pero entre los primeros recuerdos están los de las noches veraniegas de verbena en los que iba en compañía de mi “Nono”, y que yo me lo debí de pasar muy bien por el grato revivir de aquellas escenas, sonidos y sabores. Los asistentes escuchaban la retreta que tocaba todo lo que estaba de moda y fuese bailable, pero eso pertenecía al mundo de los mayores; el mío era otro. En aquellas fechas estaba la “Heladería D’ocampo” que hacia las delicias de los niños. Recuerdo que con mis hermanos y la patota del barrio íbamos de acá para allá, en un permanente jugar, recuerdo todo aquello como algo muy simpático. Nuestros padres y abuelos disfrutaron, gozaron y miraron y que ante nuestras retinas solo quedan estas fotos del recuerdo de esta hermosa glorieta.

La glorieta fue desmontada en el año 1969 y posteriormente fue reubicado en la plazuela de Belén zona baja. Donde se encuentra en total abandono. Es una realidad muy triste ver el poco interés, el nivel de conciencia sobre el valor que tienen nuestros patrimonios culturales materiales, está tan deteriorados que parece que se van a caer de un momento a otro; incluso ha sido alterada debido al robo de sus piezas que eran de fierro forjado que estaban alrededor de ella (barandas señoriales) y que han sido sustraídas, salvo una que pudo ser rescatada y está guardada en las oficinas de la Municipalidad de Belén. Esto es un claro ejemplo de cómo las autoridades del distrito de Belén han dado la espalda a un patrimonio arquitectónico. Creo que es la falta de valoración respecto a espacios o elementos que forman parte de nuestra historia. En su ubicación actual, está en total abandono. Una realidad muy triste ver el poco interés, el nivel de conciencia sobre el valor que tienen nuestros patrimonios culturales materiales, como son los edificios arquitectónicos que se hallan distribuidos en distintos puntos de la ciudad de Iquitos, los mismos que en una época constituían la señorial capital amazónica, llena de apogeo, de pulcritud, de árboles, de modernidad, de libertad, de costumbrismo, a lo que ahora se ha vuelto una ciudad cada día apagada, sucia, destrozada, corruptible, que se va deteriorando no solo como ciudad, sino también en la parte humana.

Otra glorieta que se encuentra en nuestra ciudad, es la de la plaza 28 de julio, que es un espacio social; no solo histórico sino llena de luchas populares, patrimonio reconocido por el ministerio de Cultura y en su interior alberga una serie de estructuras como el obelisco. Esta glorieta representa en su momento la época de opulencia del Caucho, se construyó en el año 1965 durante la gestión alcalde Luis Arana Zumaeta; y tuvo su esplendor durante la década de los ‘70, cuando la banda de música de la PNP deleitaba a los vecinos de la zona. Es de recalcar que sus estructuras originales son de mampostería de concreto y se fueron perdiendo con el paso del tiempo, y en la actualidad aún luce descuidada con decir que el techo está que se cae a pedazos. Últimamente se ha vuelto “dormitorio” en las madrugadas, de drogadictos entre otra gente que no tienen donde dormir, mientras que de día efectivos de la Policía Nacional del Perú tratan de ocuparla, sirviendo como caseta de vigilancia. Aunque suene un poco duro para los conservadores del INC, en mi humilde parecer esta glorieta es una perversión al buen gusto y debería corregirse; procediendo a su demolición y así permitir una remodelación, transformación y rehabilitación integral de esta tradicional plaza que se encuentra en el límite del centro histórico de la ciudad. Ubicado en el lado opuesto al primer cementerio de Iquitos. Tal vez, por eso los vecinos de antaño, al sentarse a conversar en las bancas que dan a la primera cuadra de la Av. Grau, murmuraban : “Aquí estamos mejor que al frente”.

Otra curiosidad se refiere al obelisco que está en la parte central de la Plaza de Armas de Iquitos representa un homenaje a los caídos en la Guerra del Pacífico. En realidad como narra nuestra historia que después de la guerra con chile los loretanos quisieron conmemorar el apoyo que realizaron al enviar tropas loretanas para la defensa de la patria al vil ataque de nuestro suelo patrio y en memoria de estos heroicos loretanos que derramaron su sangre por tan noble causa se gesta la idea de este obelisco. Pero lo que pocos conocen es que mandaron a hacer estas placas para recordar a dichos héroes a Europa, pero tal era el desconocimiento de empresa encargada, que hacen suponer que no sabían de la existencia del Perú y Chile y menos en donde quedaban dichos países beligerantes a tal punto que fue tan mayúsculo su error que a Chile lo confunden con China y es por eso que si ven con detalle dichas placas en el obelisco de la plaza de Armas notarán que hay soldados con el típico sombrero chino que se lo caracterizan. Cabe resaltar que todo lo referente a la construcción del obelisco (Que no incluyen las placas), fueron realizadas por el artista y escultor loretano Victor Morey Peña. Me pregunto si existen en nuestra ciudad otros escultores y curiosos que deseen pasar a la posteridad como héroes de la restauración de estas magníficas obras de antaño. Un suspiro largo y un silencio, responden a mi pregunta.