[Hasta que por fin… “la adolescencia”… etapa de cambios].

900C-familiaEs indudable que todos hemos pasado por esta etapa, algunos guardamos gratos recuerdos y oros no, ya que puede haber sido una etapa difícil por los cambios físicos y emocionales que se experimentan, es en esta etapa donde el joven empieza a definir su identidad, buscar sus independencia, su autoafirmación y se establecen nuevas relaciones sociales. Según Jean Piget, es en esta etapa donde el adolescente comenzara a construir sus propios sistemas y teorías sobre la vida.

Al convertirnos en padres, olvidamos cómo nos sentíamos de adolescentes, cuales fueron nuestras dudas, temores, pensamientos y sobre todo, cómo fue nuestra relación con nuestros padres cuando teníamos su edad.

Convierte la comunicación en tu principal aliado. Si estableces una comunicación fluida, sincera, constante y asertiva con tus hijos, les enseñaras a decir las cosas de forma precisa. Hablar sobre sus emociones, reconocer sus errores y sentimientos incentivará la confianza y te mantendrá en contacto con ellos.

Escucha sus ideas, argumentos y pensamientos. Recuerda que tus hijos adolescentes tienen opinión y pueden explicarte el porqué de sus acciones, dales la oportunidad a que se expresen, te expliquen sus ideas, sueños y metas. Será buen inicio para poder establecer un debate, explicarles los pro y contra de sus decisiones. Siempre es bueno escuchar otra opinión.

Sé paciente para esperar cambios positivos. Nuestros hijos adolescentes necesitan, a pesar de sus constante lucha por buscar sus independencia, que los apoyemos en la realización y organización de sus actividades. Sus reacciones no siempre serán las que esperamos y tendremos con paciencia y lógica hay que explicarles lo que deseamos que realicen, con argumentos llegar a acuerdos que satisfagan a ambas partes e incluso recordarles sus obligaciones y responsabilidades. Para todo tenemos que encontrar un momento y lugar.

Cuidado con las comparaciones. Cuántas veces no habremos utilizado alguna de estas frases “por qué no eres como tu hermano”, “aprende de tu primo”, “cuando yo tenía tu edad”… nuestro hijo o hija, es un ser único y diferente, con car4acteristicas particulares e individuales, por lo tanto, ni comparándolo con nosotros mismos o con alguien más, adquirirá actitudes que deseamos que tenga. Míralo en toda su esencia y ayúdalo a descubrir sus cualidades, examinar sus errores, a planearse metas propias, tu apoyo será crucial para que consiga sus objetivos.

Evitemos siempre criticarlos. Empezamos a criticar cuando no estamos de acuerdo con la forma y manera en que realizan las cosas. Hay que reconocer su esfuerzo y enseñarles a mejorar, evitando las críticas. Es mejor decir “¡sé que puedes lograrlo, inténtalo!”, en lugar de “nunca haces nada bien”.

Disfruta de esta etapa. La adolescencia como la niñez, es una etapa fugaz llena de cambios para los hijos como para los padres, aprovecha para salir con él o ella de compras, al cine, de paseo, invita a sus amigos a la casa, conoce que ellos siempre buscarán sus propios espacios.

Acepta que tu niña o niño ya creció. Padres e hijos tiene que aprender a adaptarse a dicho proceso. A pesar de lo mucho que cambie y crezca, siempre necesitará de tu guía, apoyo y amor.