Maltrató con tres pucunazos a los churres de Cardama

El hincha tiene que ser fiel en las buenas y en las malas no hay otra premisa. CNI volvió al Max en el que había estado malacostumbrándose a perder para sacudirse de un rival que tiene mucho a tomar en cuenta para atacar. Fue uno de los pocos, sino el único, que le ganó el año pasado al CNI de  “Chalaca” en condición de local. Gonzáles cambio todo, desde su vestimenta, hasta la ubicación inicial del equipo en la cancha. El cuadro albo cambió de camerino no sé sabe si por una cabala o por dejar todo lo malo atrás. El entrenador albo lució un zapato negro, pantalón del mismo color y un polo a rayas con colores oscuros. Nadie sabe si estaba de luto o presagiaba algo bueno. Lo que si creemos es que no era la derrota. CNI hizo lo que tenía que hacer. El local  manejó el balón y encontró los goles precisos en los tiempos justos. Sobre los 5 minutos un Vergara con las ganas del mundo se puso ha hacer lo que mejor sabe: jugar al fútbol.  De sus pies nacieron dos goles, uno de potente derechazo que no pudo ni siquiera con la cabeza de Martínez que desubicó a Vegas y el precisó tiro libre que encontró a un zorro viejo, de aquellos que esperan la oportunidad de anotar, Comingues se sacudió de la mala racha que le acompañaba desde el inicio del torneo oficial sin anotar goles y la noche del sábado pudo celebrar con mesura porque como todo experimentado sabe que su deuda con CNI aún está ahí.

El dos a cero no pudo ser más que alentador. “Chalaca” o “Charapa” Gonzáles le ganaba en todo al “norteño” Cardama. El descanso no pudo ser más que reparador. Para los segundos complementarios el equipo albo salió con la misma tónica. Los cambios no pudieron ser más precisos. Barrena, Ramúa y Portilla cumplieron en la medida. Nota aparte merecen los diminutos volantes albos. El peruano y el argentino hicieron lo que mejor saben. Sobre los 30 una combinación dejó solo a tiro de arco al diminuto Barrena. El referente albo le pegó con ganas, con rabia, con deseos de celebrar como siempre lo ha hecho con CNI desde hace tres años. Un soberbio zapatazo colgó al buen Jhony Vegas. Era el gol preciso, el de la tranquilidad. El volante celebró con “feito”, que a pesar de haber perdido a su padre esta ahí como debe ser con el sentimiento CNI. El pequeño Barrena le dedicó el gol con la complicidad en la sonrisa de “Chalaca” Gonzáles. La noche estuvo a punto de ser perfecta cuando el diminuto Ramúa vio adelantado a Vegas, un soberbio derechazo impactó con el horizontal. El charrúa se quedó con las ganas de anotar su primero con los albos. Al final CNI salió de perdedor. El triunfo fue para esa hinchada fiel, aquella que siempre está ahí en las buenas y en las malas, para aquella que no luce un polo con doble sentimiento. El triunfo fue para aquellos que se tomaron el tiempo de ir al estadio y no para aquellos a quienes les dejaron con las ganas de ver el partido en casa y rajar en familia debido a una falla técnica de CMD. CNI es CNI hoy mañana y siempre, y siempre será amado por aquellos verdaderos hinchas que lucen la blanca o la verde en el pecho en las malas y en las buenas.(coquicarrillo@yahoo.com)