Por: Moisés Panduro Coral

Voy a reiterar lo que escribí hace un año atrás, aproximadamente. No hay punto de comparación entre los recursos que recibió Loreto por canon petrolero hasta el año 2014 versus los recursos que desde el 2015 en adelante ha venido percibiendo. Voy a reiterar, digo, porque lo que voy a demostrar con cifras ya lo he dicho antes. Y lo hago porque hay que salir al frente de quienes aprovechándose del desconocimiento de las masas respecto de los temas presupuestales, lanzan aseveraciones que están lejos de la realidad.

Afirmé hace más de un año que sería una necedad cotejar la lluvia de millones del canon petrolero de la anterior gestión regional con la aridez de recursos que el gobierno regional y las municipalidades enfrentan desde el 2015 en esta fuente de financiamiento. Dije aquella vez que comprendía la frustración del gobernador regional de Loreto respecto a la sequía presupuestal para financiar obras, proyectos y actividades con la que inauguró su gestión debido a las causas hartamente conocidas, pero señalé al mismo tiempo que discrepaba -y duramente- sobre la forma equivocada con la que se pretendió enfrentar ese desecamiento, pues a mi juicio, las paralizaciones sólo contribuyen a debilitar más aún las menguadas fortalezas que tenemos como región.

En efecto, el pueblo debe saber que la gestión regional del señor Iván Vásquez, anterior gobernador regional, recibió en sus ocho años de gestión la friolera de más de mil millones de soles de la fuente canon petrolero (1,026’375,862 soles, exactamente). A esa cifra hay que agregar los varios conceptos relacionados a canon petrolero (impuesto a la renta, bonos soberanos, entre otros) que en ese periodo recibió y que alcanzaron la suma de cerca de 600 millones de soles más (557’881,814 soles, estrictamente), sin contar los cientos de millones que recibió del gobierno central para financiar proyectos, algunos fantasmas, por la fuente recursos ordinarios, ni tampoco los que se le transfirió para sostener el funcionamiento de los sectores en las direcciones regionales.

¿Qué cambio importante se dió en ese periodo? ¿Qué obra transformativa, ya sea de cemento, de procesos o de resultados concretos y visibles, se puede verificar? ¿Alguna carretera interprovincial, un centro de transformación industrial, un puerto fluvial moderno, un hospital avanzado tecnológicamente, un coloso deportivo, una cadena productiva en el nivel de exportación, un gran centro cultural? Mis amigos partidarios del ex gobernador se van a molestar –y les comprendo- pero debo decir con un alto grado de certeza que esos mil seiscientos millones de soles de canon no se ven por ninguna parte.

Antes bien, no se entregó el 10% que de acuerdo a ley debieron transferirse a las comunidades indígenas para realizar sus obras a través de núcleos ejecutores, se perdieron los millones del Plan Pepisco para salud de sus poblaciones, y de acuerdo a un informe de contraloría, más de la mitad del canon se volatilizaron en un festín interminable de gastos corrientes, tal vez pensando en que el recurso petróleo no se iba a terminar nunca jamás.

¿Se puede comparar acaso esos mil seiscientos millones de soles de canon petrolero de la época del señor Vásquez con los nimios 12 millones (11’834,453 soles, exactamente) que ha recibido en lo que va de este año la gestión del señor Meléndez? Yo creo que no. Se puede discrepar, ser opositor frontal o agrio adversario del actual gobierno regional, pero es gayo, absurdo y fatuo pretender comparar el canon de hoy con el canon recibido en ese ochenio perdido para el desarrollo regional.