Este año que viene terminando sin lugar a dudas pasará a la historia por todo lo acontecido; nuestra selección va al mundial luego de 36 años, el presidente de la república solicitó el voto de confianza por primera vez, el parlamento presentó la moción de vacancia presidencial, pero no contaron con los votos necesarios para lograrla, y en horas de la tarde del 24 de diciembre, PPK, haciendo uso de sus facultades como presidente de la república, indultó al exdictador Alberto Fujimori. Vaya que el 2017 si que fue muy interesante en distintos contextos.

Haciendo un análisis de la estabilidad política tras el indulto, tenemos que Fuerza Popular se encuentra divida, a Keiko no le queda más que fingir alegría, ya que en verdad este escenario le quita poder dentro del partido y el camino queda libre para una posible candidatura de Kenji el 2021. Pero el que realmente esta con la soga al cuello es PPK, el juego político que realizó si dio resultados frente a sus principales opositores, pero considero que no tuvo en cuenta que el fujimorismo, si bien es mayoría en el parlamento, no lo es en la población, ya que nuestro sistema electoral es proporcional, lo que se evidencia con las distintas manifestaciones y denota una vez más el desconocimiento de la gestión publica y el poco tacto político de nuestro presidente.

Luego de que se anunciase por los medios de comunicación el indulto al exdictador, distintos colectivos sociales y movimientos políticos convocaron a la ciudadanía a protestar contra ello. Bajo el eslogan #IndultoEsInsulto, se realizaron marchas y protestas, y considerándome alguien con sensibilidad social, no puedo quedarme callado, rechazo completamente el indulto otorgado al exdictador; sí es un insulto a la memoria tras las matanzas realizadas por el gobierno fujimontesinista; pero también,  considero que el antifujimorismo, y especialmente la izquierda peruana, le dio la libertad a Alberto Fujimori, toda vez que Marco Arana del Frente Amplio, presentó la moción de vacancia y de esta manera, abriendo la posibilidad de una negociación política.

Sí es responsabilidad de PPK, pues él tenía la última palabra para el indulto, pero no hay que taparnos los ojos y decir que nadie más la tiene. Creo firmemente en la necesidad del control social y el bienestar general sobre el bienestar individual (entendido como el bienestar de unos pocos), pero asimismo me siento decepcionado del accionar político y reaccionario de la izquierda peruana.

No negaré que la izquierda en el Perú, en esta oportunidad, actuó mal y su fallido accionar sumado a la nulidad del presidente permitió que se liberara a un genocida y dictador, quizá el presidente lo hizo pensando en la gobernabilidad y yo si soy partidario de esa búsqueda, pero la gobernabilidad se sostiene de la población que con sus votos respaldó a sus representantes y esta vez la izquierda ha fallado no solo a los que los eligieron sino a toda la población, que representa a más del 60% a nivel nacional que se opone al indulto.

Los arreglos políticos siempre se dieron y siempre se darán, y si nuestros representantes fallaron en su control, salgamos a protestar, manifestémonos si nos sentimos afectados por el indulto, ejerzamos nuestro control social, pero sin olvidar que primero está el Perú, no dejemos que nuestro país se caiga a pedazos, no sigamos cayendo en el juego de los opositores.

Miguel Angel Rojas Rios

Abogado

Maestrando en Gobierno y Políticas Publicas

rojasr.miguel@pucp.edu.pe