Vamos para atrás

Por Miguel DONAYRE PINEDO

Una de las maneras de no reconocer al otro es tratarlo como no humano. Es degradarlo. Es excluirlo. Insultarlo sin más. Que no es parte de la humanidad común, como refiere Martha Nuusbaum. Esto viene a cuento con la conducta de cierto sector de la derecha española que en ideas es muy subdesarrollada, mira a quienes se oponen a su proyecto político despectivamente. Con menosprecio. Esa actitud no es hacer política de ciudad común. Es promover la división como lo hicieron los nazis con los judíos, les decían que eran animales: que tenían cara de ratas, que olían mal, que comían porquerías entre otras fantasías racistas. Es un método que funciona y cala en la población débil en ideas. La mayoría de alemanes cerriles lo secundaron, los vídeos de adherencia multitudinaria al líder lo dicen. Aquí pasa lo mismo con el movimiento del 15M. Les dijeron que son perroflautas. Que no usan desodorante y apestan. Que su presencia enla Puertade Sol traerá enfermedades infecciosas entre otras lindezas ¿es eso debatir, dialogar como pregona la pura esencia liberal? Claro que no. Como dicen por aquí, así vamos de culo. Es decir, para atrás.