Una metida de pata

En una gestión edil bastante chabacana, marcada por besuqueadores, por igoraldadas al por mayor, y por asesores que parecen sacados de una tira cómica y por un zafarrancho entre facciones por el poder,  el encargado alcalde no debería  meter la pata con tanta facilidad. Es decir, debería distinguirse de ese penoso rebaño, desde donde también ha surgido un aprendiz de matador, un enconado a chateador de la muerte que sigue con sus amenazas desde el centro de su cobardía. El encargado alcalde, para comenzar, debería pulir su lenguaje, limpiar sus emisiones verbales.

Escribimos lo anterior luego de unas penosas declaraciones del señor Jorge Washington Guimas Gadea ante una pregunta de cajón realizada por una periodista local.  El encargado alcalde, visible autoridad edil, personaje público, hombre importante para el vecindario, señor que debería ser ejemplar en muchos aspectos, respondió como  si estaría en el amparo de una cafetería o una cervecería de los arrabales. Así, ante una cámara de televisión,   apeló a la finta, a la fuga, para no  responder si es que había traicionado o no a don Charles Zevallos.   En esa respuesta bastante tosca, que apeló a cuestiones personales de atrasador que no venían al caso,  el encargado alcalde se fue de bruces.

Nos parece increíble  que una persona tan importante para la ciudad responda con ese lenguaje de cuartel o de taberna. No puede ser ese el nivel de la actual autoridad edil. Tuvo que haber un error. Podríamos pensar que se trató  de un desliz, de un resbalón que cualquiera puede dar en la vida, en el ajetreo de la labor. Esperamos que ese tipo de respuestas no se conviertan en el pan de  cada día, en la comida de cada feriado, en el banquete de los periodistas. Esperamos que la gestión accidentada encuentre el camino para dejarse de cosas, y comenzar a solucionar los problemas que afectan a esta ciudad.

2 COMENTARIOS

  1. CON ESTE TIPO DE «AUTORIDADES», VAMOS CAMINO AL DESPEÑADERO…POBRE IQUITOS, POBRE MAYNAS; QUE MALDICION A CAIDO SOBRE NOSOTROS.

    • Esa no es ninguna maldicion, que ha cadio sobre nadie, es lo que el PUEBLO ELIGIO, y por desgracia no hay ni la conviccion ni el liderazgo para revocar a toda la tira de corruptos, inmorales e INCAPACES que gobiernan esta ciudad.

Los comentarios están cerrados.