ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

“Se está compitiendo por el poder y en eso todo vale (…) es una guerra por los votos” ha dicho el experimentado analista político Fernando Tuesta refiriéndose a los dimes y diretes entre Lourdes y Kouri. Eso es para los políticos. ¿A qué viene esto? En este diario tratamos de ser consecuentes. Y mientras intentamos eso un compañero de ruta nos llama para solicitarnos que entrevistemos a Robinson Rivadeneyra y su acompañante electoral de coyuntura. Nos insiste que ambos personajes han coordinado con él para que gestione esa entrevista.

Yo siento arcadas y repregunto y vuelvo a recibir similar respuesta. A Rivadeneyra le podré entrevistar uno de estos días. Al otro, no. Después de todo lo que ha hecho judicial, extrajudicial, policial, municipal y extramunicipal contra este articulista me convertiría en una piltrafa humana si aceptara la propuesta indirecta de este sujeto. Y no tendría cara para ver de frente a los colegas que trabajan conmigo. Primero, y eso muy en condicional, tendría que ofrecer disculpas por todas sus maldades. Primero tendría yo que pedir permiso a mis hijos Daniela de Fátima y Carlos Maurilio para que mañana no digan que su padre claudicó terriblemente. Tan sólo que proponga una entrevista como si nos olvidáramos de todo lo vivido es para mandarle –indirectamente, también- a la mierda.

Que sepa este “enenene” de la política que aquí se escribe con decencia y si quiere perpetrar sus cochinaditas políticas electorales tiene la libertad de reunirse y dormir con los que crea conveniente. Que puede irse cuantas veces quiera donde su parlante televisivo y pontificar sobre todo lo que nunca practica. Que puede irse a los micrófonos más cristianos posibles a hablar de aromas que en sus labios y dientes se convierten en estiércol. Que aparezca agarradito de la mano con los políticos que le acogen hoy como le despreciaron ayer. Que sonría –ya James Beuzeville se encargó de graficar plenamente ese rostro hipocritón de toda la vida- para las fotos que él mismo se encarga de difundir. Que use las redes sociales para darse a conocer como lo que no es. Que haga todo eso y más. Pero que sepa que hay varios periodistas que tienen la dignidad clavada en el pecho y en el corazón, como dice el himno del Colegio San Agustín. Que sepa este improvisado para todo que existimos periodistas que intentamos ser coherentes con lo que predicamos. Que sepa este sujetillo del cambio electoral permanente que su falsa modestia es evidente y cese de usar a personas para sus propósitos preñados de deslealtad.

Si en su hogar, en su colegio y en los pocos cursos que llevó en la universidad no le enseñaron lo que es la decencia tiene que conocer que sus propuestas provocan vómitos percudidos. ¿Qué quiere? que nos olvidemos sus payasadas legales mezcladas con solemnidades o sus vericuetos burocráticos impregnados de mediocridades. Porque, al fin de cuentas, este tránsfuga empedernido no es más que un proyecto sin terminar, una propuesta balbuceante, una premisa sin fundamento.

Todo ello que le permiten los de su cada vez más estrecho círculo de la nada nosotros le diremos rotundamente no. Podrá ganar experiencia, dinero y hasta las elecciones pero si cree que todos tenemos sus prácticas mejor que se dedique a la cocina porque hasta en eso le puede ayudar la señora de la tele. Y, como penúltimo punto, vayan estas dos frases: a) Prefiero conversar con el diablo y eventualmente hasta pactar con lucifer y no hacerlo con el estiércol que representa este “eneene”. b) En las dos décadas que ejerzo el periodismo entrevisté por lo menos un par de veces a prostitutas para sendos reportajes, a ellas las respeto mucho más que a este personajillo. He dicho.

3 COMENTARIOS

  1. Par que diga eso el articulista debe haber recibido toda la maldad que tiene el personaje cuando era alcalde y señor periodista te doy la razon, porque como ese fulano existen varios aqui en el medio., soy testigo de otras cosas que hizo a un familiar mio en el municipio
    pero mi familiar lo perdono

  2. Hola!
    concuerdo grandemente con el comentario de Ben.Yo
    realmente estoy horrorizado, nunca imagine que alguien pueda abusar del poder que tiene de usar un medio de comunicación para escribir tanta cosa repugnante, con total falta de consideración e respeto para con el público lector, sin saber diferenciar los limites entre los asuntos netamente personales y su rol de comunicador social.Pienso que el colegio de periodistas tiene que intervenir para frenar este tipo infracciones éticas del ejercicio del periodismo.Y sancionarlo ejemplarmente.No es admisible que se siga tolerando este tipo de desvios, de transtornos de valores éticos.y que con total impunidad se abuse del poder que dá la práctica de esa noble profesión (parece ironía).Dios mio, nunca imaginé que se podría caer tan bajo.Y lo que más me parece sorprendente es la indiferencia de los entes representativos de la sociedad loretana que no protestan masivamente delante de tales actitudes salvajes, incultas, incivilizadas,etc. Gracias

  3. Con todo respeto señor periodista, le diré que el camino que usted escogió nunca por nunca será un camino lleno de flores aromaticas, de rotunda paz, de armonia terrenal. Es el camino de la lucha, es el camino de buscar la verdad, la imparcialidad, de la objetividad con la informacion. Usted mas que nadie debería saber que un verdadero periodista tiene una tarea para con la sociedad, tiene un compromiso con el pueblo desde el micrófono. Usted mas que nadie debería saber que la prensa en sus distintas formas, juega un papel vital para con la sociedad, es decir la puede conducir a la mediocridad o a la verdad y la justicia; al obscurantismo o a la luz.
    Señor periodista, no veo necesario que usted tenga que vomitar toda su verborrea contra un personaje que lo considera su enemigo, usted está demostrando una preocupante falta de ecuanimidad (¿que tienen ver sus hijos en un problema de adultos?), no pierda los papeles, un periodista debe estar preparado para todo tipo de situaciones, sean favorables o no. Creo que toda persona merce un minimo de respeto y con esta descarga de su furia contra alguien (y sobretodo por un medio periodistico)lo desnuda y muestra a sus lectores, sin que usted se de cuenta, de sus propias limitaciones. Con este articulo usted demuestra que existe una virtud que es propia de los verdaderos periodistas y de la cual usted adolece que es: la tolerancia. Gracias

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