Escribe: Jorge Martín Carrillo Rojas

Mamá. Juana Rosa es mi madre. Tengo la fortuna de ser único hijo y quizá por ello su cuidado y preocupación no ha cambiado. Esta semana estuvo de cumpleaños y fue, de pronto, el último que celebramos en la casa en la que ella, así como sus hermanos, algunos sobrinos y sobrinos nietos hemos vivido.

Quizá no sea adecuado aprovechar esta columna para expresar aspectos de mi vida privada. Pero creo que es necesario homenajear a mi madre, porque a pesar que no le gusta el oficio que ejerzo, siempre ha estado pendiente de mí accionar no del todo perfecto en el periodismo.

El último lunes apagó una vela grande en homenaje a los años que lleva en pie y que pese a lo achaques de la edad, no le impiden desenvolverse como ella quiere. Juana Rosa, mi madre del carácter duro, pero a la vez querendona, a la que le debo lo que hoy soy. Ella sabe de mis errores e imperfecciones, pero también sabe que jamás el apellido Rojas se manchará. Sé que ahora estás leyendo mi columna y veo esbozar una sonrisa en tu rostro. Seguro que te lo habré dicho, pese a mi tonta dureza, pero ahora te lo digo públicamente: te amo mamá Juanita y que vivas muchos años más.

Doble gracias. Hasta ayer laboré en Loreto TV el canal del grupo La Región. Fueron dos años y cuatro meses de enriquecedora experiencia.

Junto a un grupo de compañeros de trabajo nos divertimos trabajando. Vivencias únicas que servirá para contarlo en las chácharas a las que estamos acostumbrados los colegas. Me voy, junto a un grupo de compañeros, agradecidos por la experiencia vivida. Gracias a todos mis compañeros: Carlos, Víctor, Kenny, Theo, José Ángel, Arturo, Galia, Henry, Xapi, Lenin y todos los demás, por haber hecho del tercer piso, el mejor de todos.

Han sido más de dos años de total y absoluta libertad laboral. Gracias a Carlos Raúl Cornejo Sifuentes y a su familia, para quienes solo me queda expresar mi enorme agradecimiento por la oportunidad y también expresarles las necesarias disculpas por los errores cometidos, de los que sin duda aprenderemos.

Gracias Carlos Raúl por ser, además de jefe, un buen amigo, y siempre a la orden patrón.

Y las gracias también a mi amigo Jaime Antonio quien me ha invitado a trabajar en una nueva aventura televisiva.

Un nuevo reto a los que, tengo que reconocer, estoy acostumbrado y me encanta. Parirá un nuevo producto televisivo periodístico que espero con el correr de los días y semanas sea lo que se busca lograr.

Malagradecidos. Me han contado, no los veo, porque aún quiero cuidar mí no tan saludable hígado, que algunos periodistas afines a la gestión regional han empezado a “meterle presión” a Fernando Meléndez.

Dicen que ello es por el “maltrato” en la demora del pago por sus servicios y en algunos casos por el monto. Pero resulta que muchos de ellos terminan siendo malagradecidos, porque como me ha confiado un colega, el espacio con los que cuentan es subvencionado por terceros y no por ellos mismos. Es decir la hacen linda y encima son malagradecidos.  Es como para decir: cría cuervos y te sacarán los ojos.

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