Gracias al diálogo dos comunidades de Loreto llegan a acuerdo

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La especialista en Gestión de Conflictos de la SPDA, Giselle Huamaní, señala que el proceso de mediación se viene desarrollando desde el mes de noviembre 2015 y se espera que a través del diálogo y el entendimiento, las autoridades y la población lleguen a buenos acuerdos para el bien común de ambas comunidades.

Durante 18 años, la comunidad campesina Diamante Azul y la comunidad nativa San Juan de Ungurahual, ubicadas en el distrito del Alto Nanay en la provincia de Maynas, se disputan la quebrada Puñisiqui, que contiene gran diversidad de recursos naturales y sirve a ambas zonas para su subsistencia.

Debido a las discrepancias por límite de tierras, las autoridades de ambas comunidades, agentes de paz y especialistas de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) se reunieron por más de ocho horas con el objetivo de buscar acuerdos que beneficien a ambas partes.

Cabe señalar que, la quebrada Puñisiqui, se encuentra en el límite de ambas comunidades y debido a esto, la consideran como suya. La especialista legal de la SPDA Nicole Torres Marquina explicó a las autoridades presentes que los cuerpos de agua (ríos, quebradas, lagunas o cochas) son de propiedad del Estado, sin embargo, las comunidades son prioritarias para el aprovechamiento de los recursos que se encuentran ahí, no pudiendo ser de propiedad exclusiva de ninguna comunidad en mérito a lo regulado por la Constitución Política del Perú y las demás normas complementarias.

Entre los acuerdos se estableció que la comunidad de Diamante Azul se reunirá el próximo 31 de agosto con las autoridades de San Juan de Ungurahual, quienes a su vez decidirán si permiten el acceso de la población de Diamante Azul a la quebrada.