Terminar la secundaria debe ser aterrador. No puedo hablar por experiencia, ya que todavía estoy en tercero de media, pero incluso para mí la idea de salir del colegio al mundo de los adultos es espantosa. No sabría por dónde comenzar, y supongo que debe de haber más jóvenes que estarían igual de perdidos y espantados que yo, así que aquí les dejo algunas situaciones que pueden ocurrir cuando llega a terminar el colegio.

– Si eres de los pocos suertudos que sabe perfectamente lo que quiere hacer en la vida, recomiendo que postules a cuantas universidades que enseñen lo que quieres puedas antes de graduarte. No importa si son tan exigentes que estás seguro de que no te aceptaran: tú intenta todo. ¿Quién sabe? Tal vez te acepten en una de las mejores, no pierdes nada en intentarlo.

– Si todavía no sabes lo que quieres hacer, busca tu vocación, pero no te quedes en la calle. Encuentra un trabajo con el que mantenerte, no importa si no es exactamente lo que deseas hacer, mientras buscas lo que de verdad quieres. Pasea, viaja y conoce, que tu pasión está en alguna parte, esperando a que la encuentres.

– Si tu familia quiere que seas algo, pero tú quieres ser otra cosa, encuentra un balance. Digamos que quieren que seas médico, pero tú quieres ser artista. Si no te dejan meterte en una escuela de arte, es porque creen que no vas a salir adelante pintando, así que mi consejo es meterte en la universidad que ellos quieran y probar que estaban equivocados. Has clases de pintura online, practica, y sal adelante tú solo. Y si no funciona, tienes el plan B de ser médico y puedes tener la pintura como hobby, no pasa nada.

 Entiendo que muchos no sepan qué hacer cuando salen, pues el colegio se pasa mucho tiempo enseñándonos como medir triángulos y muy poco explicándonos qué hacer cuando terminen de enseñarnos, pero si recuerdas que tu prioridad debe de ser siempre hacer lo que te haga feliz (con tal de que sea seguro, no algo como consumir drogas) y salir adelante a pesar de los obstáculos, creo que estaremos bien. Total, el camino por muy plano que sea, siempre tendrá piedras que habrá que sortear para poder caminar.