Si nuestro héroe nacional coronel de Ejército, Francisco Bolognesi Cervantes reviviese mientras se le rinde homenaje a él y se renueva el juramento de fidelidad a la bandera del Perú y viese a las autoridades, sobre todo civiles, participando con la entrega de ofrendas florales, fácil volvería a morirse, no por el país, sino por la vergüenza que representan algunos gobernantes que estoy seguro, jamás podrían expresar la memorable frase del coronel: tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho.

Todos los 7 de junio que yo recuerde como periodista se han cerrado las calles próximas a la plaza Francisco Bolognesi, que para mala suerte de los pobladores afecta grandemente para unir a los que viene del norte al sur de Iquitos y viceversa. Y es que la principal vía que lleva el nombre de otro héroe, el capitán FAP José Abelardo Quiñones Gonzáles, ocupada por militares para la celebración de la renovación de fidelidad a la bandera del Perú, terminó generando un verdadero caos que nunca las autoridades han sabido planificar para que no sea un verdadero dolor de cabeza para los ciudadanos que se ven afectados durante poco más de tres horas.

En algún momento se dijo que con la construcción de la avenida Participación en algo se iba a solucionar el problema cuando esta vía es cerrada, no solo en ceremonias castrenses sino en movilizaciones o desperfectos de la vía. Esto finalmente no ocurrió y los pobladores, sobre todo los 7 de junio terminamos maldiciendo en vez de reconocer el valeroso acto de un héroe nacional como Bolognesi.

Solo remontándome a los años 90 sirve para recordar que han pasado cuanta autoridad por el sillón municipal de la provincia y de los creados distritos, y del gobierno regional, y puedo asegurar que ninguno ha llegado a cumplir ni el  80 por ciento de sus promesas electorales, por lo que la frase del coronel Francisco Bolognesi expresadas en boca de ellos resultaría un bodrio. Porque sin duda, jamás podrían decir que fueron sagrados en cumplir con sus promesas  ofrecidas al pueblo en campaña y ya como autoridades.

Lo del miércoles 7 de junio terminó por mostrarnos, que por ejemplo, poco o nada se ha hecho por evaluar el real estado del parque automotor de Iquitos, pues aún existen vehículos destartalados circulando por las calles de la ciudad a vista y paciencia de las autoridades, y además permitió enrostrarle en la cara a las autoridades que mientras ellos rendían homenaje a Bolognesi y el resto de pobladores se las ingeniaban para llegar a sus destinos buscando alguna vía pavimentada que descongestiones el caótico tránsito vehicular y además dejaban mal parado a nuestro héroe nacional que no tiene la culpa de sus ineptitudes.

Al paso que van las actuales gestiones municipales  será difícil que cumplan con sus deberes sagrados para con la población y la verdad es que si piensan tentar a ascender a un cargo público superior que el que actualmente ocupan, deberían pensarlo fríamente porque la verdad están para irse a sus casas y dejar que otros con mayor capacidad aspiren a ocupar los sillones municipales.  Aunque claro, hablar de candidatos para las próximas elecciones aún es temprano.

coquicarrillo@yahoo.com

@reporteropro