El viernes último se inauguró el Museo de Iquitos que fue construido gracias a un convenio entre la Municipalidad Provincial de Maynas y la Pontificia Universidad Católica del Perú y en donde antes estaba la Biblioteca Municipal. Hoy no tenemos biblioteca pero ganamos un museo. Los bibliotecarios y lectores estamos apesadumbrados. Pero los museólogos y amantes del pasado estamos reconfortados. Pero no tanto. Porque en este diario alabamos el esfuerzo por entregar a la ciudad espacios para conocer la historia pero nos jode la exclusión en estos tiempos de inclusión.

Valioso el empeño de Ofelia Chávez. Resaltante la decisión de Adela Jimenez. Loable la dedicación de Luis Repetto. La primera porque desde el puesto que ostenta se esfuerza por dar lo mejor de sí y conmueve apreciar su entusiasmo. La segunda porque ha entendido que se debe brindar espacios culturales y tan solo ese hecho hace que su llegada imprevista al sillón de Alcaldía se convierta en positiva. El tercero porque ha dejado sus habituales tareas en la capital de la República y otras ciudades del país para emprender una tarea que las más de las veces es deprimente por la falta de apoyo y de conciencia de lo que se hace.

Pero la alcaldesa tuvo un mensaje flojísimo. Dijo que el Museo de Iquitos no tiene nada que envidiar a los museos que existen en otras ciudades. No pues. Así no juega Perú. No juega Loreto. No juega Iquitos. La arquitecta Adela Jimenez es del norte del país y en algún momento de su vida habrá visitados algún museo –por lo menos el del Señor de Sipán- y se habrá dado cuenta de la diferencia en concepción y forma entre el que inauguró y el de su tierra. Que exagero por la emoción. Se entiende. Pero es necesario pisar tierra.

El museólogo Luis Repetto, como trabajador de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el día de la inauguración se encargó de hacer un recorrido preliminar con los invitados. Y en ese caminar mostró la parte que está dedicada a los escritores que en realidad es de una pobreza conceptual lamentable porque no están los que son y no son los que están. Colocar a Orlando Casanova junto a Mario Vargas Llosa, dejando de lado a escritores amazónicos que ganaron premios importantes, es simplemente una omisión que raya con la ignorancia. Y obviar al pintor Rember Yahuarcani ya es un monumento al desconocimiento. Para no hablar de la afirmación que el Amazonas nace en Arequipa.

El Museo de Iquitos es un espacio importante donde los pobladores de la capital loretana podremos apreciar una parte de la historia. Pero evitemos las exageraciones y las omisiones y como lo inaugurado creemos que siempre estará sujeto a cambios esperemos que se haga los necesarios para no confundir a los visitantes y tener claro lo que se debe mostrar prioritariamente y no ocupar tanto espacio con letras y colores estrambóticos bajo el manto de la música popular como si esas manifestaciones no tuvieran su propio espacio.

3 COMENTARIOS

  1. Repetto puede ser muy docto en museología, pero de Amazonía no sabe absolutamente nada. Así como lo lee: Nada. Una serie de imprecisiones en su discurso en la inauguración del museo lo delatan.
    Además de sorprendernos con tanta mediocridad en el propio corazón del museo de Iquitos, estoy pensando también que de literatura peruana (ya no amazónico, solamente) no sabe absolutamente nada. Así como lo escucha: Nada.
    Decir que el mayor poeta de la Amazonia es Cesar Calvo de Araujo (si, Araujo, dijo), es una aberración titánica, y solo se compara con gigantesca audacia de animador de televisión. Alguien que sabe debió asesorarlo. Todos sabemos que el poeta fue su hijo Cesar Calvo Soriano, autor de celebres libros como Pedestal para nadie, Poemas bajo tierra, etc. La foto en el Museo de Iquitos, justamente es del poeta Calvo Soriano.
    Ahora bien, poner una foto en la Línea del tiempo del museo de Christian Bendayán, me parece un acto exagerado por decir lo menos. La impresión que tengo, y ojalá me equivoque, es que este asunto se decide entre amigos, “patas”, “panas”, y se hacen loobies para favorecer a alguien. Bendayán deberá estar en algún museo en el futuro si su obra perdura en el tiempo. Si el argumento para poner a Bendayan en el museo es premio nacional que ganó el 2012, deben consultar a Rodolfo Hinostroza, poeta de la generación del 60 en el Perú, quien descalificó en un diario nacional con una contundencia implacable el “premio” a nuestro querido Bendayán.
    Como todo se decide en la capital de república, hasta el museo de Iquitos, Lima la horrible también se ha convertido por mérito propio en Lima la “trafera”. Salud.

  2. Repetto puede ser una persona que conoce de museos, pero de Amazonía no conoce absolutamente nada. Alguien que sabe debió asesorarlo. Decir que el mayor poeta de la Amazonia es Cesar Calvo de Araujo, es una aberración, cuando todos sabemos que Calvo de Araujo fue pintor fundamentalmente, y el poeta fue su hijo César Calvo Soriano (la foto en el muso es de él). Ahora eso de poner la foto de Christian Bendayán en línea del tiempo del Museo, me parece más un acto de amigos o «patas», sino pregúntenle a Rodolfo Hinostroza, poeta de la generación del 60 en el Perú, quien cuestionó con argumentos contundentes el «premio» nacional a Bendayán. Creo que la pintura de Bendayán es más una imposición mediática y de loobies entre amigos del establishment cultural de Lima, la horrible y, ahora, «trafera».

Los comentarios están cerrados.