COLUMNA: PIEDRA DE SOL

                                                                                         

   Por: Gerald  Rodríguez. N

Aquella señorita que vemos siempre como símbolo de la justicia sosteniendo una libra, es Temis, la cenicienta de los sistemas de poder, ya que la justicia en el Perú no solo pasó a ser eso la cenicienta que siempre vive en la cocina a costa de las hermanastras del Ejecutivo  y Legislativo, sino que los que administran a Temis, a la señora de la justicia, ya empezaron a jugar con la seriedad de no respetar las leyes en el Perú, de poner en juego la integridad de una sociedad que exige menos impunidad, más seguridad y mayor justicia para los graves delitos, ya que la corrupción, la inseguridad, la delincuencia armada y la impunidad, son males que no se pueden sostenerse en un verdadero Estado de derecho y que Temis tiene que refregar la injusticia en el país, como limpia la suciedad de su vestidura.

La descaradés de la negación de declaraciones y agendas; la libertada de miles de presos condenados por delitos graves, los llamados narcoindultos; la injusticia de la defensa personal, que si hieres a un ladrón en el intento de querer robarte, quien puede ir a la cárcel y pagar sus heridas es el quien se defendió; la inseguridad por todas partes; el lavado de activos y el dinero sucio del narcotráfico haciendo  posibles las campañas de tantos congresistas y Gobernadores Regionales, suma una larga lista de males que todo los días se tiene uno que enterar para hacernos ver que algo está mal, y no es culpa de la prensa por informar, es su deber para que el ciudadano deba mantenerse enterado y  no ocultarle esta verdad que a muchos duele. Y es que la solución a esto no es la inhumana y denigrante campaña “chapa tu choro”, que nos coloca en lo más bajo como personas, ¿o acaso eso es ya lo último que nos queda, combatir la violencia con violencia? ¿Acaso no nos damos cuenta que estamos cayendo en lo más bajo que una sociedad puede caer, como si la  cultura, la educación, las inteligentes propuestas ya se acabaron para actuar en el mismo nivel de un delincuente? Pero entonces todos dirán ¿qué hacer?, y es que hay mucho que hacer, hermanos, ya que la delincuencia y los más alto niveles de corrupción en el país es  producto de una decadente educación sin valores, pensada solo en competencias y habilidades, olvidada de la esencia de la formación del ser humano que es justamente los valores dentro de su cultura. Un currículo pensado en autómatas y no  en personas con valores. Una reforma de la justicia es el otro punto para mejorar esta decadente situación, y eso no significa cambiar de vestido a Temis, sino sacarlo de la cocina.

Así que veremos a Temis desprotegida, siempre en la cocina, esperando una nueva orden que cumplir con las hermanastras, hasta que nosotros decidamos hasta cuando tenerla ahí, con la  correcta elección que hagamos de nuestro padres de la patria y de los que llevarán el rumbo del país en la próximas elecciones, en nuestra manos está el cambio , ya que si hay un cómplice en la corrupción y los demás males, somos nosotros mismos, cuando para ganar algo, pensamos siempre en pagar un “favor”, o soltar una pequeña “recompensa” para salir victorioso de un hecho que condenamos como corrupto.