El estrés es el estímulo de respuesta por parte del cuerpo ante la fatiga y el cansancio, causante de generar en la fisiología, un estado de tensión nerviosa y proyectando en las personas síntomas como dolor de cabeza, mareos y náuseas, problemas intestinales y de tensión muscular.

Las situaciones del día que derivan de las presiones y frustraciones de las personas, tienen un impacto emocional y nocivo para la salud. La falta de concentración para resolver problemas, la irritación el cansancio y la ansiedad son más síntomas presentes en hombres y mujeres en momentos de estrés.

Pero es que hombres y mujeres experimentan este estatus reaccionando de diferente forma y por diversas situaciones. La mujer por su parte, genera en su cuerpo estrés por factores como la falta de tiempo, los problemas familiares de pareja y tensión escolar de los hijos, exceso de obligaciones en el hogar, además de cumplir con su labor profesional.  Por su parte, la principal carga de los hombres es en el ámbito laboral.

Pero en ambos casos un factor que resalta es saber que bajo estrés, inmediatamente se tienen cambios de humor repentinos y comportamiento agresivo y tenso, además de la imposibilidad de conciliar el sueño y descansar de forma adecuada.

Entre las enfermedades que se pueden contraer por estar estresados, se pueden encontrar las enfermedades cardíacas por elevarse la presión arterial, problemas en la piel como aparición de acné, problemas digestivos como náuseas, diarreas, inflamación y dolor abdominal, aumento de peso, reducción del deseo sexual, disminución de fertilidad y en mujeres se puede llegar a tener trastornos en el periodo menstrual.

Para combatir el estrés se deben tomar medidas en el área laboral y familiar para encontrar un ambiente libre de tensiones y que pueda ser perjudicial para nuestra salud.

Como formas para combatir el estrés se pueden mencionar:

– Establecer horarios: Crear horarios, no exactos pero tener control de tiempos para las actividades del día y evitar el ajetreo y las presiones.

– Evitar el sedentarismo y hacer ejercicio: Una forma es estar en actividad para prevenir el estrés y aliviarlo. Cualquier deporte o actividad física en relación a la mental como por ejemplo practicar Yoga.

– Alimentarse sanamente: Tener una alimentación balanceada mantiene los niveles grasos en orden, ya que al alterarse pueden ser generadores de estrés.

– Evitar tener el control de todo: Muchas veces la sobrecarga de compromisos se nos sale de las manos imposibilitando a la persona a actuar de manera tranquila y evitando querer hacer todo de un sólo momento.

– Relajarse: Darse tiempos para relajarse y apartarse de todos los pendientes del día durante unos minutos. Sal a caminar, darte un masaje, tomar agua.