Por Filiberto Cueva
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Lucía, una compañera de clase me pidió hace unos días que la acompañe a entrevistar a una rectora universitaria de una universidad de Paraguay que se encontraba en Madrid. Invitación a la que he correspondido, pues al final, las entrevistas se convierten en conversaciones y de ellas “siempre se aprende.

La rectora, que ha venido a Europa para pasar la navidad y recibir el año nuevo, nos espera en el departamento que alquila una de sus hijas. Nos dice que lleguemos después de las 6 de la tarde. Lucía y yo, estuvimos 15 minutos antes de las 06 en un parque cerca a su casa “viendo a las palomas comer el pan que la gente les tira” (Andrés Calamaro).

La hija menor de la rectora nos recibe en su casa. Nos invita a pasar y señala que su mamá vendrá en breve. Luego se aproxima su hija mayor, nos saluda, y nos dice lo mismo que la hija más pequeña, que su mamá vendrá en breve.

Finalmente, la rectora nos recibe. ¿De qué vamos a conversar chicos? Nos dice. Nosotros respondemos que de todo. De la educación en América Latina, en Paraguay y qué libros están leyendo nuestros niños en América Latina

Es así como empezamos la entrevista. La rectora nos cuenta de los esfuerzos que se están haciendo en Latinoamérica para que más niños y jóvenes puedan acceder a recursos educativos, lean más, pero al mismo tiempo, puedan ir más al teatro, ver más cine y sean ellos mismos quienes pidan a la sociedad que se les brinde mayores espacios para la promoción de la cultura y el aprendizaje.

Al cabo de 40 minutos de haber empezado la entrevista, llaman a la puerta, era el tercer hijo de la rectora. Una de sus hermanas abre la puerta. Su mamá nos presenta a Lucía y a mí. Le digo, hola, soy Filiberto y este responde, uno de mis amigos tiene un perro con el mismo nombre. Tanto Lucía como yo, nos miramos y guardamos silencio. El chico que nota nuestra incomodidad continúa, pero era un perro bueno.

Se sienta junto a nosotros. Su madre no sabe cómo pedirle que deje hablar. Por mi parte le digo “Seguro que Filiberto era un buen perro, es que no hay perro malo”. Lejos de apagar la conversación en torno al perro de su amigo, termino por darle más insumos.

Finalmente, lo que se inició siendo una entrevista sobre lo que los niños están leyendo y los nuevos proyectos educativos, termina siendo una charla sobre “Los Rugrats” un dibujo animado de la cadena Nickelodeon, en cuyos capítulos participaban los niños; Carlitos, Angélica, los mellizos Liliana y Filiberto, y el perro Firulais. Es que como digo al inicio, en las entrevistas “siempre se aprende”.