San Juan en tiempos de Agüita de Coco

Vamos a celebrar con DeeJay JB y la Maricuchita esta nueva edición de San Juan y la Semana Turística de Iquitos, nada menos.

Un personaje pre-construido, a la usanza de los Lamas, pero con actitud febril y disparatada, tan disparatada como el excéntrico ser de camiseta rosada que se mueve cual culebra mientras recuerda que hay que tomar tu caldo de inguiri.

Son los tiempos del Agüita de Coco, del viral y la música que se construye no desde las radios, ni desde los bailódromos, sino desde un sintetizador y una cuenta de Youtube.

Miro un video que le quiere hacer la competencia que aparece en San Martín. A las semanas, aparece otro desde Pucallpa. Hace poco, miro uno que ha hecho el grupo Ilusión, con la participación de don Segundo Vela (alias “Mística”). Y creo que estoy acudiendo a unos nuevos tiempos, o quizás es el imperio del reciclaje, donde todo confluye y se convierte en bola de nieve que aprovecha las redes sociales y la voracidad efímera de las audiencias. Quince minutos de fama, rapidez, consumo inmediato, no necesariamente integral ni absolutamente sustancioso.

Estúpido y sensual darwinismo digital, como dirían algunos.

Conversaba con alguien que me comentaba los viejos tiempos de las procesiones y las pastorales, el paseo a las quebradas para el baño tradicional, los saltos del shunto mientras el bombobaile animaba alegremente con su tonada.

Ahora hay cumbia y hay giras con un grupo como Bareto, que como todos sabemos, es un intento por adaptar las viejas melodías del repertorio amazónico para un nuevo público, no exclusivamente amazónico.

Y ahora no necesitas estar en Iquitos o Tarapoto para comer un juane. Puedes estar en un restaurant de Lima y darte a la degustación de todas las variedades posibles. Puedes, siguiendo el nuevo orgullo patrio, darte a los concursos gastronómicos y puedes darte el lujo de comer en Amaz, el lugar que está dando la hora, creación del capo Pedro Miguel Schiaffino.

Y el tema de la religiosidad popular ha cedido definitivamente el paso al feriado puente, cuya víspera es para celebrar con harto ruido y harta cerveza.

Y si estás fuera de tu terruño no necesitas ir a celebrar en los clubes departamentales. Ahora tienes locales como El Huaralino o La Isla del Paraíso o fiestas particulares que se convocan por Facebook, con todo lo que puedes querer, incluso con los grupos de moda. Hasta puedes hacer un streaming – si la conexión te lo permite – y mostrar los encantos de tu tierra a un auditorio global.

Si vas a maldecir por esta realidad, es mejor que midas tu boca. Si te ha tocado la nostalgia de Los Solteritos, relájate un poco. Todo lo que necesitas saber sobre las festividades ahora lo puedes googlear y santo remedio.

Feliz San Juan y no estés de sed (cierro la lap top).