COLUMNA: PIEDRA DE SOL

                                                                                         

   Por: Gerald  Rodríguez. N

Por esto días los medios han centrado su atención a que si Guzmán y Acuña siguen o no en la contienda electorera, y eso no es malo por la coyuntura, ya que la atención a la cual se debe fijar el peruano debe ser en cómo se muestra la debilidad de un sistema electorero que debilita aun nuestra democracia desprestigiada ya por los tradicionales políticos que pretenden llegar al poder. Pero al otro lado del panorama, que concierne al gobierno (para el señor Humala es más importante recibir a los Rolling Stones que ir a Bagua al menos a ensuciarse las manos con el petróleo derramado), las cosas no le van muy bien, ya que las tachas fundadas son armas distractoras para enmudecer el caso Lava Jato, Petróleo derramado, agendas Nadine, etc.

¿Pero en que cambia la importancia de priorizar la visita de un rockero a Palacio que ir al lugar donde el oleoducto a cargo de Petroperú, empresa del Estado ha causado uno de los daños más grandes de la historia con respecto a daños ambientales y  el perjuicio social para muchos comuneros que ahora mendigan agua, que no pueden ni podrán sembrar sus productos agrícolas, ni podrán pescar mas que cianuro y plomo? ¿Acaso fue más importante congraciarse con Mick Jagger, que con los pueblos que lo han elegido y que ahora reclaman la presencia del Estado que se niega a aceptar que los daños, en algunos casos, son hasta irreversibles? Pero el salvavidas no solo ha sido el rockero, también es el caso de las tachas, y los medios centran su atención a eso,  porque es perjudicial despertar la mente de los televidentes, ya que se habla de los peligros que no solo ha ocasionado Petroperú, sino que también que ya lo hicieron varias transnacionales, cómo el caso de la PlusPetrol. Los sistemas con que se  extrae y se traslada el petróleo desde la Amazonia, son deficientes y pocos modernos, más aun viniendo de una empresa del Estado, hasta se hicieron paros regionales, impulsadas por el gobernador de Loreto, Fernando Meléndez, para que el congreso aprobara la extracción de petróleo del lote 42 a cargo de la empresa del Estado, sin pensar en lo de ahora, en el peligro que corren la vida de los loretanos y los oriundos de la Amazonia. Ahora nadie dice nada, ahora que los indios recojan el petróleo por cinco soles el baldecito, que los niños también lo hagan, y que luego vayan a parar en las postas médicas por intoxicación severa, porque simplemente el Estado no está para gastar más plata, ni para remediar el problema, ni para recoger el petróleo derramado.

Desde ahora solo habrá tiempo, y todo el tiempo del mundo, hasta que acabe el gobierno, para recibir a más rockeros, de repente a Alejandra Guzmán, a Crist Martin, o habría que invitar desde Palacio a algún rockero o músico de fama internacional, o a estrellas de Hollywood recién premiadas por La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, a un Leonardo DiCaprio, y que nos hable de sus arte o que venga a filmar alguna película que hable de Diamantes, aviones, estafas, diamantes pero que nunca hable de petróleo derramado, como ya lo hizo desde su cuenta de Twiter.