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El tratamiento del dolor lumbar, algunas veces comprende remedios simples que aplicados de forma continuada aumentan su eficacia.

Mira estos 10 remedios fáciles para aliviar el dolor lumbar:

  1. Haz ejercicio.Un ejercicio muy eficaz es caminar llevando pequeños pesos en las manos, de esta manera mejoras tu capacidad aeróbica.
  2. Pisa en blando.El suelo duro o los zapatos duros producen dolor lumbar. Ese dolor puede evitarse usando zapatos o plantillas que absorben el impacto.
  3. No descanses demasiado.En caso de dolor de espalda agudo y puntual, debes descansar primero, pero después tienes que levantarte y caminar al menos media hora cada tres horas.
  4. Toma aspirina o paracetamol.El dolor de espalda se puede aliviar con cualquier calmante que tenga ácido acetilsalicílico, ibuprofeno o paracetamol, sólo en caso de dolor.
  5. Levanta las piernas. Acuéstate en el suelo, con las pantorrillas apoyadas en lo alto de una silla y las rodillas dobladas en un ángulo de 90º. Más que ninguna otra postura, esta posición reduce la presión en la espalda.
  6. Calienta los músculos antes de ejercitarte.Lo mejor es calentarlos con una marcha relajada y sostenida. Camina balanceando suavemente los brazos al andar y luego gira lentamente de un lado al otro.
  7. Mantente recto, pero relajado.Los especialistas aconsejan una postura recta, pero relajada, lo mismo estando de pie que sentado., así se ejerce menos tensión sobre los músculos de la espalda.
  8. Haz ejercicios acuáticos o practica yoga.Los ejercicios en el agua son la mejor forma de desoxidar esos músculos de la espalda que pocas veces utilizamos. También el yoga ayuda.
  9. Acuéstate sobre una pelota de tenis.Tiéndete en el suelo y coloca una pelota de tenis debajo de ti, de forma que presione un punto sensible. Deslízate sobre la pelota, empleando el peso del cuerpo, hasta que el dolor lumbar disminuya.
  10. Usa frío y calor.Con las rodillas dobladas, desliza una bolsa de hielo envuelta en una toalla sobre la piel. Puedes probar el mismo método con una bolsa de agua caliente o una almohadilla térmica. Prueba ambas técnicas por algún tiempo para comprobar cuál te alivia mejor.

Si los dolores persisten por varios días lo mejores es acudir al quiropráctico y al médico para que revisen tu columna mejor.