La alcaldesa de la provincia de Maynas, Adela Jiménez Mera anunció finalmente el inicio de la refacción de las pistas en 48 cuadras de 21 calles de la ciudad, básicamente del distrito de Iquitos. Luego de varios meses se inició la ejecución del proyecto que permitirá que varias vías, hoy en condiciones deplorables, terminen posteriormente dando una mejor imagen a la ciudad.

El mal estado de las pistas ha generado en los últimos años una serie de críticas a la actual gestión municipal. Con razón o no, échese la culpa al alcantarillado o no. Lo real ha sido que la señora Jiménez demoró demasiado en presentar un proyecto para la refacción de las pistas de la ciudad.

La mejora de las vías de la ciudad generará malestar -comprensible por cierto- a los que viven en las inmediaciones de las cuadras por reparar, a los transeúntes y conductores. Se dice que para obtener un beneficio hay que hacer algunos sacrificios y eso es lo que tendrán que padecer, no todos por cierto, durante 180 días, plazo que implica los trabajos de mejoramiento de vías a cargo de la municipalidad provincial de Maynas.

Pero más allá de lo bonito de la ceremonia de lanzamiento de los trabajos, el video institucional y todo lo que implica la inversión de más de 15 millones de soles, está la importante labor de fiscalización que tendremos que hacer los ciudadanos.

Es necesario que tanto la municipalidad provincial de Maynas y el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, partícipes de este proyecto, además del ojo ciudadano, vigilen muy atentamente la ejecución de estos trabajos en el que harto cemento, fierro y arena, sumado a la contratación de personal, serán actores principales para que cada cuadra reparada no termine a los pocos meses de entregada, mostrando deficiencias que ya es una costumbre.

Incido en que será el ojo ciudadano el que jugará un papel fundamental en la supervisión de las obras, porque ya no se puede confiar, ni en los funcionarios municipales, ni en los representantes de la empresa, ni en los supervisores, ni en muchos de los trabajadores que laboran en las obras. Basta visitar varias de las pistas de calles recientemente pavimentadas para darnos cuentas que la mayoría de ellas, muestran imperfecciones.

Estamos pues ante un panorama de 180 días, en el que habrá que estar más vigilantes que cuando se hizo la obra de la plaza 28 de Julio, que aún ha dejado rezagos a la actual gestión. Más incisivos que en las veredas anti discapacitados y en cuanta obra, con deficiencia, que ha mostrado la actual gestión edil.

Y muchos me dirán que soy anti Adelita y prefiero serlo, a menos que en esta obra de refacción de pistas, la actual alcaldesa y aparente candidata a la presidencia regional, me demuestre, pero sobre todo al común ciudadano, que sus obras durarán más de un año sin presentar imperfecciones.  Que por el bien ciudadano, esta vez el remedio cure al enfermo y no termine siendo peor que la enfermedad.

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