El profesor Elisbán Ochoa debería instruir –como profesor que es- a sus seguidores para que no le sigan haciendo daño. Si antes utilizaban el teléfono para llamar a los medios de comunicación y alabarlo y despotricar de los opositores, hoy usan las redes con ese mismo propósito. Si con el teléfono no les funcionó, menos funcionará en las redes. Elisbán está a tiempo de hacer un punto de quiebre en su campaña.