Mirando algunas fotos en una de las redes sociales observé una que colgó  un pata que mostraba las imágenes del barrio de Belén en Iquitos. Estas no tenían sumilla, me repugnan las que cuelgan turistas sin ningún sentido de la empatía. Sin embargo, me parece que las fotos decían mucho de lo quería mostrar y sin ser apostillada. Niños y niñas jugando en el río, residuos urbanos acicalando la foto de postal, excusados que van al río donde chapotean personas de diferentes edades, viviendas precarias flotando sobre las aguas fluviales. Y lo visto en las fotos me calzó con la lectura de Iris Marion Young, una filósofa norteamericana feminista que escribió la obra póstuma, “Responsabilidad por la justicia”, y Young elabora un concepto clave para entender lo que sucede en ese micro universo de este barrio a orillas del río Itaya como es la de la justicia estructural. Y cuando vemos esas imágenes, inmediatamente, nos salta a pregunta ¿es pobreza o injusticia social? Es un debate abierto pero al menos al que plantearlo. Muy resumidamente se dice que la pobreza es la falta de acceso de la población a suplir sus necesidades básicas. Algunos señalan, son pobres porque son responsables de serlo. Mientras que el concepto de injusticia estructural ahonda un poco más al señalar que son los mecanismos institucionales que ralentizan o perpetuán que la población pueda acceder a satisfacer sus necesidades básicas. Y lo que sucede en el barrio de Belén es un claro de ejemplo de injusticia estructural que los políticos, el Estado y la población misma lo hemos soslayado. Ante esto sería interesante hacer una evaluación de las políticas de intervención social de parte del Estado (gobierno central, regional y municipal) en la población de Belén. A ojo de buen cubero, que puede ser engañoso, da la impresión que no se ha promovido políticas de igualdad como por ejemplo, el acceso a la vivienda adecuada ¿se ha hecho algo al respecto?, ¿el acceso al agua potable (que es un derecho humano)?, ¿el acceso a una adecuada educación pública e intercultural?, ¿el acceso a la salud? Entre otras preguntas que quedan en el tintero. La situación del barrio de Belén es un caso de injusticia estructural en el que todos deberíamos estar comprometidos a desterrarlo y se debería exigir políticas al respecto. Señalaba Young: La injusticia concierne más que al simple hecho de que las personas sufren destinos que no merecen. Concierne al modo en que conspiran las leyes institucionales y las interacciones sociales para limitar las opciones de muchas personas.

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