La ciudadanía está perpleja ante el travestismo político visto en los últimos tiempos en Perú. Más si está cerca las próximas elecciones generales de 2016. En el fondo estos políticos y políticas son marxistas pero de Groucho, Groucho Marx cuando decía las famosas palabras que “estos son mis principios si no te gustan tengo otros”. Somos un país de broma, de chiste de mal gusto, donde reina la desmesura. La mutación de los últimos es digna de cualquier estudio biológico y psiquiátrico. Han aplicado a rajatabla el principio de la sobrevivencia de la especie sino serían como los dinosaurios que murieron por no adaptarse al contexto pero estos, los políticos y políticas, con la diferencia que siguen siendo los mismos dinosaurios pero “tuneados”. Una de las líneas de base de esta metamorfosis fue la que hizo Humala con su programa de gobierno y la famosa hoja de ruta. Le torcieron el brazo y se quedó como rehén en brazos de la CONFIEP, “eso es pensar en los intereses nacionales y alturas de miras” como dirían los bustos parlantes conservadores. Amén de su gobierno y los patinazos. Algo huele mal en la política desde hace mucho tiempo. Pero la gran transformación o descubrimiento de la careta han sido las elecciones 2016. Donde se está viendo realmente casos de diván pero con psicoanalista lacaniano y aliños shamánicos (de una buena purga). Como el matrimonio por interés de García Pérez y Flores Nano – presumo que ambos son liberales del mercado ¿cómo se concilia con el aprismo? Quizás ni los apristas lo saben porque les interesa sólo el poder al igual que Flores Nano aunque esta alianza tiene mucha miga para explorar el inconsciente. El otro caso es de Keiko Fujimori (KF) que lleva en su plancha a Vladimiro Huaroc ¿? ¿Quién entiende esa alianza (como el caso anterior es agarrar el poder cueste lo que cueste)? En esta elección incluir en el fujimorismo a Patricia Donayre, particularmente una gran decepción verla acompañada de KF. O la alianza política de Villarán con Urresti. Y sin comentarios ver a Gino Costa en el partido de PPK. Con estos cambios de camisetas y más, me pregunto ¿Podrán mirar a los ojos de sus hijos dignamente?, ¿Cómo electores y electoras como podemos digerir esos hechos tan tóxicos?