Los mototaxistas convocan a un paro y todos, incluso los que no lo somos, debemos parar. El Frente Patriótico de Loreto convoca a un paro por quítame esta paja y todos, así no querramos, debemos parar. La CGTP y Construcción Civil convocan a un paro y todos, así no tengamos nada que ver con sus demandas, tenemos que parar.

Y así somos una ciudad que vamos de paro en paro. Quizá este 2016 sean menos las paralizaciones pues el proceso electoral presidencial y congresal nos tiene entretenidos, pero de pronto alguien nos sorprende con una nueva convocatoria a paralización.

Y así seguiremos siendo una ciudad con pobladores casi acostumbrados a parar, parar y parar. Claro está que no todos estamos de acuerdo con este tipo de medidas. Los que viven del día a día, los trabajadores de las empresas privadas y el comercio pierden mucho con este tipo de acciones y la ciudad se vuelve tierra de nadie.

Y mientras unos paran basta dar una mirada para ver cómo está la ciudad y podemos darnos cuenta que vamos como el cangrejo. Vamos para atrás. Calles sin señalización, con pistas que parecen bombardeadas, con calles casi ganadas como estacionamiento, con pésima semaforización y encima con autoridades que solo se preocupan por su egocentrismo personal y les importa un bledo el desarrollo de esta ciudad y de la región.

Y estamos ad portas de elegir a los nuevos padres de la patria, a los nuevos inquilinos del Congreso, a los nuevos suertudos que podrían cambiar sus vidas, gracias a los electores a quienes luego olvidarán. Muchos hacen gancho para que salgan elegidos y puedan vivir los próximos cinco años como reyes o reinas.

Y tendremos nuevos congresistas que seguro poco o nada harán en coordinación con las autoridades por el desarrollo de la región. Espero equivocarme, pero los antecedentes nos muestran que no es el común denominador que entre las autoridades hablen el mismo idioma. Cada quien habla como le venga en gana.

Así pues estamos próximos a elegir a un nuevo presidente y nuevos congresistas. Ojalá que los electores voten más allá de los regalos que puedan recibir de los ahora candidatos. De la decisión que tomen por quién vote dependerá que tengamos un Parlamento más decente. Sin duda que ahora más que nunca los electores tienen una enorme responsabilidad, no deben olvidar que somos nosotros los que finalmente deciden a quién elegir.

Aún hay tiempo de evaluar y decidir por el candidato adecuado. Hay de todo como en botica. Los conocidos y los ilustres desconocidos. Están los que se cambian de partidos y los que no saben ni por qué están postulando, y existen aquellos que esperan que su suerte cambie de salir elegidos.

Pero ello solo dependerá de usted elector, de usted jovenzuelo, de usted señorita, de usted señora, de usted señor, de usted amigo.

Trate de elegir bien para que luego no se ande quejando de su nuevo presidente y de sus nuevos congresistas.

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