Las actitudes desesperadas de Fernando Meléndez son para burlarse aunque él se ría. En la repartición de mochilas sus operadores entregaron cartulinas con inscripciones tan huachafas que ya son el colmo. Poner frases estúpidas para que los niños los muestren es inescrupuloso. Se dieron cuenta del despropósito y quitaron la foto de las redes. Pero nosotros la mostramos para que quede registro de la utilización de los niños que hace el gobernador.