¿Podremos despojarnos de la sarna de la corrupción?

Por Miguel Donayre Pinedo

La candidatura limeña a la alcaldía de Lima es la más publicitada por los medios de comunicación, seguimos siendo un país centralizado no sólo geográfica sino también mentalmente, y eso también se contribuye desde la periferia con candidatos tan febles para los cargos públicos en los próximas elecciones. No ilusionan, son más de lo mismo, miremos a las elecciones en Loreto que están llegando a niveles del ridículo como el regalo de besos, cerdos o cambios de material de los techos de las casas. No se ofrecen ni se piensan políticas públicas en serio. Pero las elecciones de Lima podrían ser el termómetro de la ética política en el país, es decir, si triunfa la lógica, “que todo lo puede”. Se enfrentan la maculada Lourdes Flores, con un CV con visos de prontuario de la corrupción y Susana Villarán, quien fue ministra en una gestión de gobierno. De lo visto y escuchado me inclinaría por Villarán. Además no tiene la halitosis de la corrupción que sí tiene Flores. Veremos que dicen las urnas en octubre.