Más circo, los payasos lloran

Por: Miguel Donayre Pinedo

Vaya emociones tan contradictorias las que se viven en España. La conquista del campeonato mundial de fútbol desató una euforia colectiva sin precedentes, al menos eso dicen los periodistas. Todavía con el buen sabor de boca del triunfo en la vida social hay que escuchar ahora el debate de la nación donde los políticos ensayan sus argumentos dialécticos. Que pesados. Son un tostón. El presidente de Gobierno encerrado en su soledad parlamentaria y el líder de la oposición pensando en la luna de Babia, desafortunado en sus propuestas. Ambos decían que la gesta deportiva mostraba a una España en que todos metían el hombro, primó los colectivo ante lo individual y otras parrafadas de colección como que se vive la etapa de oro del deporte español. Pero la realidad nos devuelve a nuestra exacta dimensión. Allí andan ellos, los políticos, acusándose mutuamente, pidiendo el adelanto de las elecciones, soportando a un político de derechas que es torpe y xenófobo como el líder parlamentario de CIU aunque el va de fino, a la izquierda cada vez más desnortada. Ante este panorama que venga pronto nuevas competiciones deportivas.