Invisible

Por Miguel Donayre Pinedo

En estos días que arrecia el frío y abundan los resfriados, acabo de terminar de leer la novela de Paul Auster, Invisible. Es una vuelta al mejor Auster. Es un homenaje a la imaginación y sus consecuencias. La novela es un brindis a la mejor literatura de este escritor norteamericano. La historia como no, trata de un escritor que sigue las huellas de otro que escribe mientras agoniza  y muere. La primera parte es impactante. Un novel escritor es persuadido por un extraño mecenas para que hiciera una revista literaria. En plenos planes y cerrando los flecos de la revista, caminando por una calle pública se les presenta un asaltante, el mecenas saca un cuchillo y lo mata. El escritor en ciernes corre avisar a la policía y cuando vuelve el cuerpo no es encontrado. Duda y denuncia a la policía. El mecenas francés un día antes había abandonado el país. Se siente cómplice de un homicidio. En la segunda parte de la novela, se devela que la primera parte es una parte de la novela que redacta el escritor agonizante. La segunda parte hay capítulos de la novela que introduce el escritor que cuenta la historia. Son como los espejos borgianos que van hacia el infinito. No sigo, pero si puedan leerla, volverán a degustar al mejor Auster.