Travesía

Por Miguel Donayre Pinedo

Leía mientras viajaba las cartas filosóficas de Séneca. El filósofo estoico recomendaba no viajar, decía que no era recomendable para el pensamiento. Que uno con tanto viaje puede terminar embrollado y con la memoria deslavazada. Pero a mí me ocurre lo contrario a la recomendación de Séneca. Los viajes me inspiran. A través de ellos conoces a otras personas con percepciones muy diferentes a la que uno tiene. Es rebuscar tu alteridad. Hay situaciones nuevas que debes asumir y entender. Puede ser el caleidoscopio de emociones que te permite mirar otras tierras.  El viaje si sacas provecho contribuye al entendimiento, te hace despabilar ciertas habilidades sociales que pensabas que lo habías perdido o que no la tenías. Cuando puedan anímense a darse una travesía aunque sea al otro lado de la ciudad. Seguro que descubrirás nuevas esquinas, guiños. Viajar es como leer una novela. Es una aventura.