Entre las coordenadas del azar

Por Miguel Donayre Pinedo

El azar se cruza cuando uno menos piensa. Uno de los escritores que maneja esos hilos en sus tramas y personajes es Paul Auster. Es un orfebre. Cuando pasan esas cosas uno se pregunta muchas veces porqué se cruzó en el camino una persona o situaciones de las que no tienes control. ¿Será la diosa fortuna de los romanos? Forzosamente te hacen reflexionar, revisas las huellas del camino. Hurgas con otros ojos. Estás en un estado permanente de asombro, de observar los detalles. Quizás por eso Auster ande con una libreta en el bolsillo. En mi caso suelo dejar que la memoria registre ese dato y luego de digerirla, pienso sobre ese incidente aparentemente anodino. Tiene muchos significados. Luego de pasear por Milán, Bergamo y Como, ya en el avión sube un muchacho con una pieza que parecía un teclado musical. Miro atentamente su rostro y le pregunto si pertenece a un grupo musical, me responde que sí, al grupo Kaliente de Iquitos. Estaban por en gira por Milán, Florencia y Madrid. Sonrío. Es el azar que se tropieza sin pensar.