Desgracia

Por Miguel Donayre Pinedo

“España se rompe. Se quiebra. Está caminando hacia el abismo. Es un país de tercera. Una democracia bananera. Totalitaria. Se espía a autoridades públicas impunemente. La justicia está politizada. El Tribunal Constitucional es un reparto de botín de los partidos mayoritarios. Hay un presidente mediocre. Improvisado. El modelo autonómico ha generado sultanatos. Que se larguen esos putos inmigrantes, no los queremos, primero los españoles. De milagro europeo a la ruina de Europa. Ya no jugamos las ligas mayores…”. Esto y otras sandeces se escuchan a diario de parte de la derecha española por la radio y la televisión. Machacan diariamente. ¿Qué diría un psicoanalista?, seguro que se frota las manos, es una mina. Es un rico material donde podemos auscultar cuando afloran los sentimientos del imperio perdido, el desgarro por una patria homogénea, la gloria del pasado a cualquier coste, les jode la pluralidad, gana el provincianismo mental, no aceptan al rival, se desnosta a quien piensa diferente, no entienden un país ricamente diverso y complejo a la vez. Los lamentos son un batiburrillo de brotes autoritarios. Felizmente, no todos los que viven por aquí son así de rabiosos intolerantes. Sino que nos cojan confesados.