Sostiene vendedora de carne del monte Alicia Alvarado

Humilde vendedora de mercado.

Esta humilde vendedora hace conocer que desde hace más de cuarenta años se dedica a la comercialización de carne de monte, pescado y de otras especies en el sector de la calle Cinco con 16 de julio en la zona del mercado de Belén.

Hace algunos días medios de comunicación de nuestra ciudad informaron sobre la captura e internamiento en el penal de mujeres de la vendedora de mercado Alicia Alvarado Santillán por la comisión del delito contra el medio ambiente en la modalidad de delito contra los recursos naturales, tráfico ilegal de especies de flora y fauna silvestre (carne de monte), en agravio del Estado peruano. Sin embargo, la resolución del juez Víctor Alejendro Balarezo Díaz indica que tiene mandato de comparecencia restringida.

Esta humilde vendedora hace conocer que desde hace más de cuarenta años se dedica a la comercialización de carne de monte, pescado y de otras especies en el sector de la calle Cinco con 16 de julio en la zona del mercado de Belén, hace conocer que no comprende por qué el de su detención, pues la policía debe capturar a las personas que maten a los animales, yo solo me dedico a la compra y luego los revendo a las personas que viene  diariamente al mercado.

Al momento de la intervención cuando yo venía al mercado, me parece que los policías querían que yo les de algo y como yo vendo poca cantidad no les podía dar un sol, presumo que querían que les pague para que me dejen pasar la carne del monte. En el mercado de Belén se comercializa diariamente gran cantidad de carne del monte y la fiscalía ni la policía hace nada, es decir no le quitan a ningún comerciante porque estoy seguro que pagan para que no les quiten. No puedo pensar que a una humilde mujer como yo, que vendo desde hace muchos años,  me puedan perjudicar de esa manera, en todo caso a todos los vendedores deben tratarnos igual, pues aquí se vende gran cantidad de carne del monte y no pasa nada, mencionó la vendedora Alicia Alvarado.

Lo que pido es que a todos los vendedores que se dedican a la comercialización de carne del monte y otras especies  la policía y la fiscalía les de igual trato que a mí, pues me han tratado como si fuera traficante de especies y tenía en mi poder 112 kilos de carne que había comprado a una persona que siempre nos vende. Me preocupa que me hayan tratado de una manera grotesca, más bien a los criminales no les tratan así dijo casi entre sollozos la humilde vendedora de mercado.

Finalmente dijo, que nunca he tenido ninguna mancha en mi vida y no puede ser que me hayan tratado como a un delincuente. (W. GIL)