Escribe: Jorge Carrillo Rojas

Creo que nadie podrá negar que vivimos en un país en el que todo lo vemos, de una u otra forma, con el interés de que nos beneficie directa o indirectamente. Seguro que habrá raras excepciones pero casi nulas.

En estos tiempos nadie mueve un dedo a menos que ello signifique un interés de parte. Ya sea este económico o de otra índole. Y esto incluso va para las autoridades que muestran mayor interés por tal o cual obra, que no necesariamente es del interés ciudadano.

Quizá sea por eso que, por ejemplo, a la alcaldesa de Maynas poco o nada le importe el estado en que se encuentran las pistas de la ciudad. No sé si vive en una cúpula espacial o se moviliza por el aire para no darse cuenta el estado en que se encuentran las calles. Solo así se entiende que se muestre inerte ante este problema que, aunque muchos digan que no, ha generado accidentes y el deterioro de los vehículos por sortear los baches.

Y me pongo a pensar que debe ser un buen interés el jueguito de la parchada de pistas. Será que quizá hacer esta finta resulte más rentable, pues es mejor parchar y parchar que hacer una buena obra o resanar una pista pero bien.

Y en este juego de intereses también están los alcaldes distritales que piensan en obras grandes, cuando son los propios constructores que se burlan en sus propias caras entregándoles obras menores como el mejoramiento de vías, que a las pocas semanas presentan deficiencias en su ejecución.

En este lio también está inmerso el amigo gobernador regional o mejor le digo presidente, así no lo sea, para que se sienta mejor en su ego como toda autoridad. El flaco también muestra mayor interés en tal o cual obra o proyecto, y no me vengan a decir que no. Pero yendo más a fondo el flaco está feliz que PPK haya sido elegido pues cree que con él tendrá mayor apoyo, claro está, en lo económico. Y la platita cae bien, mucho más si es para un grupito, cuando debería beneficiar a todos.

Y no se trata de ser cucufato porque este columnista ha tenido intereses por algo en algún momento, pero siempre tratando que este no linde con lo delincuencial o metiendo mano a dinero ajeno afectando a terceros.

Se trata, creo, modestamente, de hacer las cosas bien. De buscar el bien común. Sigo sin entender como aquellos que ingresan a la administración pública hacen mal uso del dinero de todos, sin pensar que luego van a estar desfilando por los pasillos judiciales, algo que en verdad, es sumamente jodido y penoso, y que nadie en su sano juicio puede desearle a nadie. Pero tampoco se trata de que roben el dinero de todos y no pasó nada. Si ello es probado que se sanciones a los responsables.

A portas del inicio de un nuevo gobierno nacional casi todos están viendo sus propios intereses. No está mal si este no afecta al poblador común, sino por el contrario lo beneficie. Y ojalá este nuevo gobierno sea diferente al que se va, porque de lo contrario seguiremos jodidos y serán unos cuantos quienes habrán sacado provecho con intereses de por medio.

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