Estos días estuvo por Arequipa el premio nobel de Literatura Mario Vargas Llosa (MVLL) y su novia Isabel Preysler celebrando los 81 años en su tierra natal. Dejó 7 mil libros de su biblioteca personal la que se sumaron a los 8 mil que ya existen en una Biblioteca que lleva su nombre y que ha sido acondicionada con los aires coloniales que amerita el centro histórico de la ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad hace unos años por la Unesco.

La gobernadora regional Yamila Osorio era la anfitriona como corresponde, además de sostener cierta amistad que se va forjando pues siempre estuvo presente en sus visitas cuando aún era consejera regional y, tomó la posta sin envidias ni miramientos, del proyecto del anterior presidente regional (Juan Manuel Guillen). Continuar con la ampliación de la biblioteca que ahora cuenta con otra casona adquirida y el cuidado y acondicionamiento de la Casa Museo donde nació el escritor en la Ciudad Blanca. Todo eso demandó varios millones de soles que, felizmente, se han seguido cumpliendo pensando en el valor inconmensurable que tiene la literatura de MVLL para el mundo y sobre todo por la repercusión histórica que tendrá seguramente en un tiempo posterior al que habitamos.

Digo todo esto porque desde días anteriores se ha notado gran encono y bajezas a través de las redes sociales exigiendo conocer cuál fue el presupuesto que se utilizó para el regalo del rinoceronte o cuánto costó el almuerzo que se ofrecieron a los invitados. No sólo los anónimos de las redes sino de gente que se vincula de alguna manera al qué hacer cultural y político de Arequipa. Tal vez regañando por no haber sido invitados, tal vez pensando en la posición política de MVLL o finalmente culpándolo del padrinazgo que ejerció a los últimos gobiernos por el cual asumen que tiene alguna responsabilidad luego de conocer los posibles hechos de corrupción, por ejemplo, de su ahijado Ollanta Humala.

Incluso en los noticieros que conduzco en Radio Yaraví muchos me regañaban porque no incidía en el hecho que “renunció a su nacionalidad para ser español” y por ende dejar de ser también arequipeño. Pura inquina y pequeñez. Felizmente no son la mayoría, quiero pensar que es gente que aún no conoce la literatura de MVLL o aún no valoran lo que representa y lo hará después de que todos hayamos dejado este mundo y sobre todo el camino que abrió al Perú y sus generaciones el escritor de La Ciudad y los Perros y de Conversación en la Catedral.

Los líos familiares y querer catalogar a MVLL por haber dejado a su esposa “incluso” a esa edad no son sino respuestas de un total desubicado. Tendrá sus muertos en su ropero, pero como valor intelectual, político e histórico representa sin resquicios el arequipeño del siglo XXI. Sin lugar a dudas alguien, cómo sólo debe hacerse con los genios o con aquellos que transforman las sociedades, se le puede perdonar absolutamente todo.

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